Aprendió a jugar al handball con edad de juvenil y en poco tiempo escaló a Primera para empezar a formarse como líder. A los 28 años, su vida gira alrededor del deporte y Estudiantes. En el club conoció a Victoria Lombardi, también jugadora y mamá de su hijo Benjamín. Se casó con ella una mañana de marzo de 2019 y horas después saltó a la cancha para estar con sus compañeros en un partido preparatorio. Cómo liderar a través del ejemplo.
"Un líder tiene que tratar de mostrar el camino y confiar en cada uno de sus compañeros porque todos somos importantes a nivel deportivo y grupal", expresó Yago Cascón en el nuevo ciclo de entrevistas a los líderes de las disciplinas del club.
- ¿Qué es ser el líder del equipo?
- Es el puesto más bonito que uno puede ocupar en un plantel. Importa mucho lo deportivo pero también lo personal, que es lo primordial para cualquier deporte y para la vida. Un líder está en cada detalle de todos los jugadores. Por eso quizás es el rol más difícil.
- ¿Qué significa para vos ocupar ese rol?
- Insisto con que es lo más difícil porque uno tiene que pregonar con el ejemplo e intentar guiar a sus compañeros. Muchas veces uno puede o no estar de acuerdo con el entrenador, pero el líder tiene que acompañarlo 100% para llevar confianza al plantel. Dentro y fuera de la cancha uno tiene que ser disciplinado, porque si no, no puede pretender que los demás lo sean.
- ¿Cómo transmitís tus valores y liderazgo al equipo?
- Trato de transmitir los valores desde lo humano, ocupándome de lo que pasa con un jugador, ver qué le pasa al que tiene un bajo rendimiento o acompañar al que está en un alto nivel para bajarlo del pedestal si creo que está equivocando el camino. Un líder tiene que tratar de llevar a todos por el mismo sendero.
- ¿Ser líder es natural o se aprende?
- Hay líderes naturales y líderes que se fueron armando. Creo que uno se va formando con la experiencia y con la vida misma, en lo personal, con la familia, con los valores que va captando en la vida. El grupo va asimilando que el líder está formándose e intentando adquirir nuevos aprendizajes para transmitirlos al equipo.
La familia tiene mucho que ver. Con la mía vinimos del interior y nadie nos regaló nada ni nos allanó el camino. Los valores familiares del esfuerzo, la perseverancia y el tratar de estar siempre un poco mejor, han sido grandes artífices del Yago que soy hoy.
- ¿Qué líderes tuviste en tu recorrido deportivo y cuáles te enseñaron en Estudiantes a tener ese rol?
- Se me hace difícil encontrar un líder deportivo en mi carrera como deportista. Yo creo que en el handball no tuve un líder 100%, pero tuve varios que me formaron en diferentes aspectos, tanto en lo deportivo como en lo grupal. Tomé un poco de cada uno y trato de ser la mejor versión para mis compañeros. Ese es mi punto de llegada para poder transformarme en lo que soy o trato de ser.
El líder más cercano es Juan Sebastián Verón por todo lo que ha hecho por Estudiantes. Siempre ha marcado el camino desde el "sí podemos", el "sí, involucrarnos" y el saber qué pasa en cada deporte, en cada casa.
- ¿Quién sería hoy tu espejo y cuánto la escuela de Estudiantes te ayudó a ser un líder de un grupo?
- Tomos somos bichos raros y me cuesta compararme. La escuela de Estudiantes me ayudó mucho a encontrar un deporte, un club, un grupo de amigos y a mi familia. Toda mi vida gira alrededor del handball. Eso es lo más bonito que tiene Estudiantes, el sentido de pertenencia. El esfuerzo, la calidad humana y el sacrificio son los valores principales.
Ni yo mismo creí que podía jugar al handball a este nivel, en el club que he querido y con generaciones diez años más chicas, que no es poco. Cada vez que arranca el año me pongo un nuevo objetivo en lo personal y en lo grupal. Eso me hace mantener la constancia y ser ambicioso. Soy joven, tengo 28 años pero la vida empieza a pasar y lo lindo es poder adaptarse a los momentos para poder dar siempre lo mejor de uno para el equipo.
