Se termina el año. Las luces, los fuegos artificiales, la emoción por la vuelta a UNO, el primer partido en 1 y 57; y la bienvenida a Javier Mascherano quedarán en las retinas de todos debido a que hoy cuando el reloj marque las 21.10 Estudiantes hará su última presentación en la Superliga 2019-2020. Pero esta despedida será fuera de casa, más precisamente en el barrio La Paternal; para enfrentar a Argentinos Juniors.
El Bichito es uno de los mejores del torneo. Sin contar con lo que sucedió con Boca en Rosario, Argentinos inició esta jornada en el tope de la tabla de posiciones. Su ubicación nos es de casualidad, por el contrario no sólo supo sacar provecho de su fuerte localía, sino que fuera de su estadio también mostró sus cartas que le posibilitó estar en una posición inmejorable y con muchas ilusiones de aquí a lo que se deberá jugar a partir de finales del 2020.
Un gran responsable del campañón de Argentinos es su entrenador Diego Dabove. Con una plantilla que mezcla juventud y experiencia y su impronta como DT, ya en Godoy Cruz logró meter el Tomba en los puestos de vanguardia; el conjunto de La Paternal tiene mucho para complicar a Estudiantes que llega con ese sabor amargo de no haber pedido ganar en su retorno a 1 y 57 y con esa bronca que aún perdura tras la derrota con Colón en Santa Fe.
Uno tema que deberá resolver esta noche el Pincha es la ausencia de Fuentes y Kalinski, ambos acumularon 5 tarjetas amarillas. Los dos futbolistas con el paso de las fechas no sólo se consolidaron en la oncena titular, sino que le dieron el equilibrio justo a la zona media (Kalinski) y la defensa (Fuentes) por lo que el entrenador albirrojo tiene la obligación de encontrar las piezas justas para que el equipo no sufra estas bajas.
Estudiantes sabe que no es una misión sencilla y más en la cancha de Argentinos, donde siempre la suerte le fue esquiva. La última victoria en La Paternal data del año 2012, cuando ganó 2-1 con goles de Mauro Boselli y Raúl Iberbia. El entrenador por aquel entonces era el Vasco Azconzábal.
Y más allá de la dificultad que siempre presenta las dimensiones del rectángulo de juego, Estudiantes no podrá desconcentrarse un minuto, ni permitirle a Argentinos encontrar espacios para que Hauche, primero; y luego el uruguayo Silva desequilibren en una zona donde ya demostraron ser letales. Entonces, además de la concentración, el control de la pelota, la buena circulación y comprender que lo mejor es hacer correr al local detrás del balón serán los principales ejes para que el conjunto estudiantil pueda romper con el maleficio que lo persigue desde el Clausura 2012.