Juan Sebastián Verón se encontraba en uno de sus mejores momentos como futbolista, y era pretendido por grandes clubes de Europa y la Argentina. Pero él, resignando millonarias ofertas económicas, prefirió elegir con su corazón. Su sueño de dar la vuelta con la institución de sus amores, la misma con la que su padre se consagró campeón del mundo, empezaba a materializarse.
LA PRESENTACIÓN FORMAL EN CITY BELL
"Realmente es un gran honor poder confirmar que Verón ya es jugador del club", indicó aquella mañana de lunes Eduardo Abadíe, el entonces presidente albirrojo, quién se encargó de presentar al nuevo refuerzo en el Country Club. El arreglo del contrato, que inicialmente fue por dos temporadas, fue un trámite y tener a la Brujita otra vez en el plantel profesional ya era un hecho.
"Hace once años que me fui de acá y tenía muchas ganas de volver porque lo sentía como una cuenta pendiente en mi carrera. Hoy tengo esta posibilidad de decidir por mi mismo y eso me pone muy contento", comenzó indicando Verón en su primer conferencia como jugador, y agregó: "Y esta decisión, aunque fue trabajada y dura para todos, por suerte lo pudimos hacer para disfrutar de este momento que esperábamos. Es un sueño hecho realidad".
Con una gran convocatoria de medios de comunicación, la Brujita prosiguió con su conferencia: "Obviamente tuve que hablar con el presidente y la comisión directiva aunque dependía casi exclusivamente de mí. Todos pusimos un poco para concretarlo y mi retorno al club tiene más que ver con lo afectivo que con lo económico. Igualmente se complicó un poquito con la llegada del técnico nuevo -hubo risas entre él y Diego Simeone, también presente en el Country- porque tuvo que decidir si entraba en los planes de él o no".
Con los pies sobre la tierra, y siempre medido en sus palabras, el 11 habló también de las expectativas en su nueva etapa en Estudiantes: "La gente está en todo su derecho de ilusionarse con lo que quiere y nosotros también. Pero no creo que la obtención de grande logros dependa de un solo jugador. Por el contrario, depende de lo que pueda hacer todo un equipo. Ellos son los que hacen que un determinado jugador resalte. Lo que hay que buscar es el funcionamiento como equipo, después vendrá lo otro".
A LA NOCHE, UNA FIESTA EN 1 Y 57
Tras la presentación ante los medios, por la tarde-noche llegó el turno del reencuentro de Verón con su gente. Con un escenario armado dentro del campo de juego, dandole la espalda a la platea techada, miles de hinchas pincharratas coparon el Estadio Jorge Luis Hirschi para recibir a su ídolo.
Con música de Los Confites y la emoción a flor de piel, Verón pudo pronunciar pocas palabras por la emoción que lo invadía: "La verdad... es una alegría enorme estar aquí y quiero brindarme por entero como siempre por el club que quiero desde niño".
Aquella noche en 1 y 57 el pueblo albirrojo se fue convencido de que algo bueno empezaba en Estudiantes, casi como un acto premonitorio. Y es que la revolución generada por Juan Sebastián Verón, sumada a un plantel profesional que cada vez estaba más aceitado, hacían ilusionar a todos en grande.