Un nuevo aniversario de la Copa Libertadores de 1968, obtenida por el majestuoso equipo de Don Osvaldo Zubeldía se celebra hoy. Ya son 49 años de semejante gesta. El 16 de mayo de 1968 fue el día de la gran final. Ese partido se disputó en el estadio Centenario de Montevideo, donde Estudiantes venció a Palmeiras 2-0 con goles de Felipe Ribaudo y Juan Ramón Verón. Este fue el inicio de una seguidilla de éxitos en el continente y por sobre toda las cosas el comienzo de la mística de un grupo que ese mismo añó, pero en octubre, se consagraría campeón del Mundo.
El cruce con Palmeiras fue apasionante. Victoria en La Plata 2-1, derrota en Brasil 1-3. Y en el tercer partido el conjunto de Don Osvaldo Zubeldía apabulló a los brasileños en tierras montevideanas. La noche de la conquista, Estudiantes formó con Poletti, Malbernat, Aguirre Suárez, Madero, Medina, Bilardo, Pachamé, Ribaudo, Conigliaro, Flores y Verón-
El primer gol llegó a los 13 minutos del primer tiempo, gracias a una gran definición de Ribaudo, quien clavó un derechazo que dejó sin chances al arquero brasilero Wildir. A los 36 minutos del segundo tiempo, la Bruja Verón se hizo dueño del balón en la mitad del campo para meter una corrida inolvidable, dejó a varios brasileños en el camino, eludió al arquero y de derecha, si de derecha, puso el 2-0 final.
En la fase de grupos el Pincha dejó el el camino a Independiente, Deportivo Cali, Millonarios de Colombia, Universitario de Perú, a Racing, a quien eliminó también en tres partidos, y luego Palmeiras.
Ese 16 de mayo de 1968 es el inicio de una leyenda llamada Estudiantes de La Plata, porque significó el inicio de una carrera llena de éxitos internacionales para nuestra institución.