Con las necesidades a cuestas Estudiantes sale a jugar un compromiso muy exigente por la quinta fecha de la Copa de la Liga Profesional 2023. Con el arbitraje de Nazareno Araza, el Pincha se mide con San Lorenzo en el Estadio UNO.
Las necesidades y urgencias están relacionadas con que el equipo no sabe lo que es ganar en esta competencia. Viene de sumar un punto en su visita a Tigre, algo que sin lugar a dudas fue muy positivo porque el equipo por momentos se encontró en el rectángulo de juego, su sufrió zozobra alguna en la faceta defensiva y porque la formación se mostró recuperada del cimbronazo de la eliminación de la Copa Conmebol Sudamericana a manos de Corinthians.
Y esas urgencias también van de la mano con las obligaciones de recuperar terreno, de que ese anhelo de volver a jugar copas internacionales en el 2024 no sea sólo una utopía sino que se convierta en realidad. Por ello es que Estudiantes no puede regalar más puntos y mucho menos frente a rivales directos como lo es San Lorenzo.
Ahora bien el partido no será sencillo ni nada que se le parezca. Se sabe que en Argentina ya no hay partidos de fútbol simples, y por ello es que Estudiantes debe hacer su juego, hacer lo que mejor sabe, sin tener en cuenta lo que proponga en conjunto de Boedo. Más considerando que en el último enfrentamiento en UNO, el empate 1-1 no reflejó lo que sucedió en el campo y teniendo en cuenta que con el correr de los minutos la visita se aferró a ese punto sin proponer nada, sólo que transcurra el reloj.
Para Estudiantes la clave pasará por el juego colectivo, por tener el control del balón, por no dejarle espacios al Ciclón para que pueda poner en práctica lo que más le gusta, el contragolpe vía Braida, Bareiro, Leguizamón, y por ser efectivo. Es cierto que las ausencias de Carrillo y Boselli no hacen más que engrosarle de responsabilidades a Mauro Méndez a la hora de anotar, pero al uruguayo deben acompañarlos en esa faceta Rollheiser, Sosa y los centrales a fin de que el rival no sólo le cierre los caminos hacia Batalla al punta charrúa.
Estudiantes tiene que ser Estudiantes, ese Estudiantes que Eduardo Domínguez transformó en un equipo temible, al que sus rivales no pueden controlar y que de tres cuartos hacia adelante tiene una abanico de variantes para anotar. Estudiantes debe ser Estudiantes, y lograr esos tres puntos que le permitan confirmar que la igualdad con Tigre es el punto de partida que necesita el equipo para alcanzar el objetivo llamado: copas internacionales 2024.