Para que las necesidades de los chicos se lleven a cabo, la Fundación Estudiantes, se acercó a los barrios aledaños y se pusieron al tanto de la situación. La recepción fue bien recibida y la propuesta de armar la murga de Estudiantes comenzó a concretarse.
Con esta idea, los representantes de los barrios y la Fundación Estudiantes, pusieron manos a la obra: el Rusito Santiago Ascacibar regaló una camiseta, se organizó la rifa y con lo recaudado se compraron los instrumentos y la ropa para que los chicos y las chicas formen la murga de Estudiantes.
Con bombos, redoblantes y trompetas, ya el año pasado empezó a sonar la murga de Estudiantes que ensayaba a unos metros del Country. Pero el domingo se abrieron definitivamente las puertas para la primera función en casa donde cien chicos identificados con los colores Pinchas animaron la fiesta.