Echeverría debutó en Primera en el torneo de 1920 y completó más de cien partidos con la rojiblanca. Pero la tarde del 22 de agosto de 1926 fue un quiebre inspirador. Con apenas 26 años, en la plenitud de su carrera, el "Vasco" de Ranchos tuvo una ocurrencia tan insólita como romántica: creyó que su actuación en aquel derbi había colmado todas sus expectativas en el fútbol e insinuó algo insólito que primero le comunicó a sus más cercanos: pese a su juventud, se iba a retirar del fútbol...
Pocos le creían al oriundo de Ranchos, pero cumplió. Tras ese partido con el Lobo, completó otros tres a lo largo de ese año y se consagró como el goleador pincha de la temporada. Vasco de alma, no daría el brazo a torcer. Decía no encontrar motivaciones, cuenta la leyenda, y puso fin a su carrera en el primer partido del campeonato del '27.