A rodar, a rodar el balón. Desde que Lucas Bernardi tomó las riendas del plantel superior de Estudiantes la pelota no dejó de correr en la cancha principal del Country y en lo que fue el último entrenamiento de la semana, el entrenador se dio el lujo de diseñar una práctica de fútbol para que todos sus pupilos estén activos.
Con dos equipos bien definidos y sin respetar por ejemplo el once titular que arrancó el partido con Temperley, día en que Bernardi debutó como técnico albirrojo, el entrenador repartió las pecheras y los primeros en saltar al campo fueron: Andújar; Ruiz Díaz, Bazzana, Desábato y Diarte; Braña, Damonte, Cascini; Melano, Pavone y Lugüercio. Esta formación enfrentó a parte del equipo de reserva que dirige Leandro Benítez más las "incorporaciones" de Estevez, Umeres, Quintana.
Durante el ensayo, Bernardi se paró en el círculo central y dio una infinidad de indicaciones para con sus pupilos, tanto en lo relacionado con la salida del fondo, que comenzaba en los pies de Mariano Andújar; como que les recalcó a los atacantes que cada acción ofensiva que culminaba con la pelota dominada dentro del área debía terminar en gol.
La jornada no cesó cuando sonó el silbato del entrenador, por que contrario tuvo continuidad con la segunda formación que contó a Sappa; Sánchez, Schunke, Campi y Dubarbier; Zuqui, Gómez, Borgnino (Cejas); Otero, Fernández y Rodríguez.
Como sucedió en la primera sesión de la práctica, el técnico no claudicó con sus indicaciones, al igual que su grupo de trabajo, y hasta se dio el lujo de detener las acciones a fin de reacomodar las piezas y que todo vuelva a iniciarse desde donde se había detenido el "pleito".
Tras casi una hora y media de fútbol, con muchos intervalos para cumplimentar ejercitaciones tácticas, el plantel culminó la semana de trabajo y quedó liberado hasta el lunes venidero, día en que iniciará la cuenta regresiva de cara al compromiso con Banfield.