¿Quién puede olvidar aquel 12 de mayo de 1996? Por el Torneo Clausura 1996 Estudiantes caía por 1-0 ante Racing y todo daba indiciar que así terminaría el partido, hasta que Carlos Bossio (el arquero albirrojo por ese entonces) conectó de cabeza un centro desde la izquierda y marcó uno de los goles más recordados del fútbol argentino.
Tras el ascenso a Primera en 1995, y la posterior asunción de Daniel Córdoba como entrenador, el Pincha empezó a asentarse nuevamente en la máxima categoría a base de buenas actuaciones. Esto lo llevó a hacer una gran campaña en el primer semestre de 1996 e ilusionarse por un momento con poder pelear el torneo.
En la Fecha 9 Estudiantes llegaba primero y el rival de turno era Racing en el Cilindro, un partido siempre complicado. El encuentro, en el trámite, fue ajustado los 90 minutos, pero el local logró ponerse en ventaja a través de Fleita.
Los minutos corrían y los dirigidos por Córdoba no podían lograr la igualdad, por lo que la multitud que había llegado desde La Plata veía cada vez más lejos poder llevarse algo de Avellaneda. Pero a falta de un minuto para el final, Bossio pide ir a cabecear en un pelota parada por la izquierda.Centro y rechazo de la defensa raicnguista al córner. Chiquito se quedó al nuevo lanzamiento y fue allí cuando saltó más alto que todos en el corazón del área y puso su cabeza para poner el 1-1 y hacer explotar la tribuna visitante.
Aquel gol quedó en la historia del fútbol argentino como el primer gol de arquero de jugada, ya que los anteriores habían sido de pelota parada. Hoy, a 20 años, aún son muchos los hinchas pincharratas que recuerdan aquel tanto como si hubiese ocurrido ayer.