Eran los primeros meses de 2006 cuando el sueño de algunos hinchas de la zona oeste del conurbano bonaerense se hizo realidad: el club reconoció formalmente a la Filial Oeste. El trabajo comenzado algunos años antes no sólo no se detuvo, sino que se incrementó con el correr del tiempo. De las primeras reuniones en bares de Morón a las juntadas en la casa de su presidente, Jorge Salama, terminando en los últimos eventos con más de 500 personas.
"Donde nos cruzábamos con alguien que tenía aunque sea una pulsera le dábamos un volante con los datos de la Filial para que se contacte y seamos más", recordó Salama. También fueron de mucha ayuda para su difusión los partidos de visitante frente a Vélez, ya que por temas de cercanía, los integrantes de la Filial se sentían locales.
La Filial tiene en marcha uno de sus máximos sueños: poseer un predio para desarrollar actividades para los asociados y que toda la comunidad del oeste sepa lo que es el club Estudiantes de La Plata. Pero no todas fueron buenas en la historia de la Filial. Una madrugada, en el viaje de vuelta desde La Plata hacia Morón, se les prendió fuego el micro íntegramente. Perdieron ropa, mochilas, banderas e incluso muchos perdieron su trabajo al llegar muy tarde a sus casas. Casi 50 personas se salvaron de milagro, pero la experiencia sirvió para que la Filial tenga aún más fuerza de trabajo.
Recientemente, en ocasión del partido disputado entre Morón y Estudiantes por la Liga Argentina A2, la Filial les otorgó una plaqueta al plantel masculino de voleybol del club.
