15 de octubre de 2006 y la historia cambió para siempre. Los clásicos ante Gimnasia tuvieron un antes y un después. Esa tarde en 32 y 25 quedaría marcado para la posteridad, por la abultada diferencia, por ese 7-0 y porque ese torneo terminaría coronándose ni más ni menos que con el título de campeón. Tres de Calderón, dos de Galván, uno de Pavone y otro de Lugüercio, los artífices de la goleada. El Payaso, autor del sexto, revive su gol y el derby en una entrevista y una producción exclusiva con el Sitio Oficial. 15-10-2006, por Pablo Lugüercio.
"PODER REVIVIRLO ME PONE MUY FELIZ"
Se pone la camiseta del 2006, la cabeza se le llena de recuerdos, sale gritando el gol como aquella tarde de octubre en la que la felicidad era absoluta. Lugüercio recrea el festejo del 6-0 como uno de los días más importantes de su vida. Feliz en su retorno al club, el Payaso sabe que quedó en la historia y allí estará para siempre: "Me genera mucha alegría porque han pasado muchos años y se sigue recordando. Estar en la historia del club es algo muy lindo. Pasé muchos años acá y todos esos recuerdos los guardo conmigo. Poder revivirlo me pone muy feliz".
"ERA UN PARTIDO TRASCENDENTAL"
"Es muy difícil que vuelva a pasar, eso seguro. Por eso se recuerda y hasta se festeja de alguna manera. Sin dudas que queda en el recuerdo por la magnitud, por todo lo que fue también ese torneo que veníamos peleándolo y era un partido trascendental para nosotros con la vuelta de Sebastián (Verón) también y todo lo que significaba para el equipo y para el club en ese momento", recuerda el Payaso sobre el día que marcó un punto de inflexión para darle el empuje a un equipo que batallaría hasta el final y gritaría campeón. "Haber logrado esa diferencia en ese clásico la verdad que genera todo lo que se ha dado a lo largo de todos estos años. Es inolvidable".
EL GOL: EL SEXTO DEL HISTÓRICO 7-0
Casi como si lo hubiese convertido ayer, Lugüercio se acuerda la jugada patente. Desde el inicio hasta la finalización y su inmediata salida a festejarlo contra un costado sacándose la camiseta. No era el primero, tampoco el séptimo, pero era el sexto y para el Payaso significaba más que un gol. Era el sentimiento del hincha, del joven que se crió en el club y mamó el ADN desde los clásicos de inferiores: "Me acuerdo todo. Es una jugada que arranca Marquitos Angeleri por derecha, toca y le dan una descarga, patea y da el rebote Olave; vengo corriendo tratando de llegar a esa pelota, me tiro y la empujo", relata.
"LO FESTEJÉ COMO LO HUBIESE FESTEJADO CUALQUIER HINCHA DE ESTUDIANTES"
"Lo festejé sin pensar, no lo hice a modo de cargada, sino que uno al pasar tanto años en el club se encariña además de ser hincha, se pasan muchas cosas en los clásicos de inferiores y lo festejé como lo hubiese hecho cualquier hincha de Estudiantes. Si un hincha hubiese estado en ese lugar y era el sexto o el séptimo lo hubiese gritado así. Me salió de esa manera y no a modo de cargada, sino porque lo sentí realmente".
EL 7-0 PARA LUGÜERCIO ES...
El cierre de la nota le queda a Lugüercio como esa pelota que tuvo a merced para tirarse al piso, empujarla y definir. Con el hincha grabado a flor de piel, el Payaso completa la frase. El 7-0 para Pablo Lugüercio es: "El 7-0 es inolvidable".