El trabajo da sus frutos a corto o largo plazo y Estudiantes A lo pudo plasmar luego de un año y medio de entrenamiento (primero virtual y luego en cancha) con el ascenso a la Primera C de hockey femenino.
A un grupo de jugadoras experimentadas y jóvenes con gran proyección, se le sumó una pata clave en este proyecto que comenzó a escribirse allá por el año 2019: el entrenador. Y el "padre de la criatura" es Matías Vargas, técnico joven que supo hacerse camino al andar en las divisiones formativas del club y en equipos de la tira B, y que cuando le llegó la oportunidad de tomar el papel protagónico en el plantel superior no lo dudó un instante y el premio lo obtuvo, a falta de una fecha para el final de la fase regular, el pasado sábado cuando su equipo derrotó a Luján 1-0.
"Poder vivir esto, con varias de las jugadoras que tuve durante muchos años a cargo en menores, es coronarlo de la mejor manera posible", puntualizó el "coach" quien además cuenta con un plus extra: su amor incondicional por nuestra institución.
-Matías, ¿Qué significa este ascenso para vos siendo un entrenador joven, hincha del club y que prácticamente pasaste por todas las categorías formativas?
Es algo increíble, este es mi décimo año en el club, y como bien decís, pases por varias categorías y tiras; y hoy poder vivir esto, con varias de las jugadoras que tuve durante muchos años a cargo en menores, es coronarlo de la mejor manera posible.
-Para el grupo fue coronar el año y medio de trabajo virtual primero y en cancha luego.
Si, la respuesta del plantel durante el año y medio virtual fue excelente...era muy raro que alguna no se conecte. Ahí dijimos con los chicos del cuerpo técnico (Diego Fabiano, preparador físico y Juan Pablo Vázquez asistente técnico), que el grupo estaba metido para pelear por cosas importantes cuando se reanudara el torneo. Por otro lado, como éramos un cuerpo técnico nuevo, nos sirvió mucho para comunicar los objetivos, formas de juego, ataque, defensa, bloqueos y conceptos que durante un año normal es muy difícil hacerlo.
-¿En qué momento del año dijeron con el cuerpo técnico "es nuestro no se nos puede escapar?
Creo que después del partido con Güemes. No jugamos bien y de todas maneras ganamos. Dijimos que estábamos para meternos en la lucha de estar entre los tres primeros. Y después de San Andrés que empatamos y los perseguidores que teníamos también perdieron puntos, dijimos, "El ascenso directo es nuestro".
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PLANTEL JOVEN Y EL RETIRO DE UNA HISTÓRICA
-¿Cómo fue convencer al grupo, con muchas jóvenes que hicieron sus primeras armas en primera, que el trabajo tan exigente iba a dar sus frutos?
Nos encontramos en 2020 con un grupo que estaba muy mentalizado en lo que quería y en lo que no quería, y conociéndonos a nosotros como cuerpo técnico. Sabían nuestras formas de trabajar y las cuestiones que no eran negociables. A partir de esto se fueron generando acuerdos tácitos entre las jugadoras, sabiendo que con la competencia interna que hay no se podía aflojar en nada. Fuimos convenciendo al grupo a partir del trabajo nuestro y de que ellas lo vean reflejado en el juego, que después encima, los resultados acompañaron.
Y por último, con las mas chicas o debutantes en primera, creo que hubo tres aspectos fundamentales que fueron tener jugadoras experimentadas que acompañen el crecimiento de las más chicas; saber que a partir de los planteos nuestros, hay un sistema de juego que está por encima de la jugadora, por lo que quien lo pudiera entender y plasmar en cancha, tendría oportunidades; y por último es el nivel parejo de jugadoras que hace que en intermedia o en primera, siempre tengas que exigirte al máximo.
-A mitad del torneo perdiste a una histórica como Carolina Fernández Rossi. ¿Cómo reemplazaste semejante baja por lo que representaba adentro y fuera de la cancha?
Si bien lo empezamos a hablar en 2020, ella ya lo tenía claro por su lesión en la rodilla. Fue uno de esos momentos en los que sabés que va a pasar, pero cuando pasa siempre te agarra por sorpresa. Nosotros no queríamos que se despidiera sin antes jugar de manera oficial y así fue. En cuanto al juego, creo que lo mas difícil de reemplazar fue la experiencia, el orden y la garra en una sola jugadora. Pero por suerte las delanteras hicieron un excelente laburo, crecieron muchísimo. En cuanto a lo grupal, de una u otra manera siempre estuvo, por lo que fue muy importante el apoyo y aliento que nos brindo todo el año.
-¿Crees que este grupo de jugadoras tiene un techo porque como quedó dicho varias hicieron este año su primera experiencia en Primera?
No. Si bien, quedan cosas por aprender, mejorar y corregir, creo que hay muchísimo potencial y se puede ser creciendo.
