Toda la familia de Estudiantes sabe que el gimnasio de la Sede Social, en dónde por ejemplo se realizan las elecciones cada tres años, se llama Pedro Osácar pero... ¿quién fue él? Conocé la historia de uno de los presidentes albirrojos que más hizo para que la institución crezca en las décadas de 1940 y 1950.
Osácar nació en 1902 y formó parte de una familia histórica en la ciudad de La Plata, dueña de una de las casas velatorias más importantes en calle 56 entre 9 y 10. Su vida estuvo estrechamente ligada a Estudiantes, creciendo junto al club y viviendo futbolísticamente toda la etapa del amateurismo y el paso al profesionalismo.
En 1940, con ya 38 años, llegó a la presidencia albirroja y se mantuvo durante tres períodos hasta 1946 (antes de la década de 1970 duraban dos años cada mandato). Su obra más importante fue la de darle vida y forma a la Sede Social de calle 53, que había sido adquirida en 1935 durante la presidencia de Conrado Bauer. En ese lugar antes funcionaba la sede del club La Plata, institución que ya no existe en la actualidad.
Osácar fue el encargado de planificar y hacer realidad los cinco pisos que hoy tiene, proyectando para un futuro la pileta climatizada semi olímpica. El año para la inauguración (aún sin el natatorio) fue en 1946, en uno de sus últimos actos como presidente albirrojo, aunque dejar dicho puesto no lo desligó de la vida de Estudiantes.
La construcción de la Sede significó un paso trascendental para el club, ya que atrajo a más socios y se comenzaron a realizar nuevas actividades y deportes. Los bailes y carnavales de fines de semana se hicieron un clásico en la ciudad, mientras que equipos albirrojos como el de básquet se potenciaron con la construcción de su cancha en dicho recinto.
Osácar fue también un visionario en la búsqueda de futuros talentos del fútbol, algo más que común en los tiempos que corren. Buscando nuevos jugadores, puso una de sus propiedades sobre la calle 56 para hospedar estudiantes de la Universidad Nacional de La Plata con ciertos dotes futbolísticos, transformándola en lo que hoy se conoce como "pensión".
Durante su presidencia el equipo de fútbol albirrojo obtuvo sus primeras copas nacionales, como la Copa Escobar y la Copa de la República. Si bien falleció antes de la época dorada a fines de la década de 1960 uno de sus hijos, dirigente durante el mandato de Mariano Mangano, le llevó la Copa Intercontinental a su tumba luego de que el equipo de Osvaldo Zubeldía la obtenga en Old Trafford en 1968.
Lejos de quedarse callado ante los poderosos, supo ganarse un lugar en la Asociación del Fútbol Argentino en tiempos dónde la razón siempre la tenían los llamados cinco grandes. Igualmente una de sus mayores defensas a la institución no fue contra la casa madre del fútbol argentino, sino que ante el gobierno peronista. En 1952 el entonces presidente albirrojo César Ferri sería removido de su cargo, junto a toda la comisión directiva, por decisión del Gobierno, y allí apareció Osácar para defender al club.
Firme en su postura, y según cuenta la historia, retó en un duelo al primer interventor, Mariano Sbuscio. El 8 de agosto de 1952 el club pasaría a llamarse "Estudiantes de Eva Perón", ya que la ciudad La Plata había pasado a ser la ciudad Eva Perón. Por esos años Osácar caería preso durante dos meses por una supuesta bomba que quiso poner en la Sede, un argumento falaz que sirvió de excusa para tenerlo tras las rejas en la cárcel de Las Heras.
Sin dudas que Pedro Osácar fue una pieza fundamental en la vida institucional de Estudiantes, un club que se ha hecho grande en la Argentina también gracias a sus dirigentes.
