Estudiantes no la tiene nada simple hoy. En pos de recuperarse de la caída del pasado lunes, el Pincha juega esta noche en 1 y 57 por la vigésimo primera fecha de la Superliga ante el líder absoluto de la contienda y máximo candidato al título: River Plate. Darío Herrera es quien debe impartir justicia en UNO.
Tras perder con Defensa hace menos de una semana, Estudiantes debe ponerse de pie rápidamente si aspira a sigue con chances de acceder a un certamen internacional. La premisa no es nada sencilla porque el rival de turno es nada menos que el superpoderoso River que va camino derecho a sumar en nuevo título en su historial.
Estudiantes debe volver a las bases, a sentirse cómodo en la cancha, a jugar a lo que sabe y que ya lo demostró en el final del 2019 y en gran parte este año cuando venció a Unión de Santa Fe. Y para lograr ello hoy deberá superarse al extremo por lo que representa el equipo MIllonario, por la calidad de jugadores que tiene y porque prácticamente a los conducidos por Marcelo Gallardo le sale todo bien en el rectángulo de juego.
Gaby Milito para esta noche no puede contar con Marcos Rojo por una lesión muscular que sufrió el defensor en la práctica del viernes. Sin el experimentado futbolista el entrenador de Estudiantes movió una y otra pieza para encontrar su mejor reemplazante y que al mismo tiempo el esquema no de debilite en un sector del campo donde el equipo debe mostrar hoy una fortaleza superior a otras ocasiones a fin de que Borre, Suárez, Fernández, Pérez, Casco, De la Cruz y todo el poderío de River no le haga daño.
Y si la defensa tiene que superarse al 100 por 100, el ataque está obligado a ser muy agresivo, a hacer sentir el rigor a la dupla de centrales que confirman Rojas-Pinola. Para que esto ocurra la pelota debe ser controlada por Estudiantes, los ataques profundos a fin de jugar mano a mano con los futbolistas citados y por sobre todas las cosas aprovechar los espacios que dejan Montiel y Casco que si bien son laterales, su vocación de ataque no hace más que dejar huecos en sus espaldas.
Estudiantes juega una patriada muy grande en 1 y 57. Busca frenar el andar súper positivo de River y a la vez volver a meterse en zona de clasificación a copas cuando la Superliga ya ingresó en los últimos metros antes de "cruzar el disco".