El Torneo Metropolitano 1967 fue el primer campeonato que Estudiantes ganaría en la era profesional, venciendo a Racing en la final y cortando con la hegemonía de los llamados "cinco grandes". Pero aquel equipo albirrojo, conducido por Osvaldo Zubeldía, tuvo que recorrer un largo camino hasta la gloria que arrojó decenas de historias inolvidables, como el triunfo ante Boca por la cuarta fecha de la Zona A con un golazo agónico de Juan Miguel Echecopar.
El Pincha había comenzado con el pie derecho el certamen con dos triunfos y un empate, pero en la Fecha 4 le tocaba enfrentar en el Estadio Jorge Luis Hirschi a Boca, que llegaba con la misma cantidad de puntos. El partido, como se preveía, fue parejo en todo los sentidos, y con el correr de los minutos parecía una utopía que pudiera haber un gol.
Pero a los 44 minutos del complemento Echecopar se encendió: tomó la pelota cerca de la mitad de campo, encaró a Marzolini y lo eludió, acción que repitió frente a Silveira y al arquero Minoian. Luego volvió a eludir a Marzolini, y segundos más tarde hizo lo propio con Minoian, algo que le permitió quedar solo frente al arco, romper el cero en el marcador y hacer estallar a la familia pincha.
"89 minutos aburridos, y en los últimos 60 segundos, el poema de Echecopar", titulaba la revista El Gráfico de aquel entonces, que ante la falta de televisión llenó párrafos y párrafos para narrar aquel gol. "Fue el gol más importante que recuerdo, y creo que el más lindo", recordó el propio jugador años más tarde.
Para colmo el conjunto pincharrata terminaría ganando aquel torneo ya que, tras quedar segundo en la Zona 2, venció por 4-3 a Platense en las semifinales y goleó 3-0 a Racing en la final. Dicho logro sería la antesala al campeonato del mundo, tricampeonato de América y campeonato interamericano.