El 15 de julio de 2009 el Pincha alcanzaba la gloria continental por cuarta vez en su historia. Con goles de Gastón Fernández y Mauro Boselli, aquel equipo dirigido por Alejandro Sabella derrotaba 2-1 a Cruzeiro en el Mineirao y volvía a poner a Estudiantes en lo más alto y fijar en la memoria de todos, la imagen de Juan Sebastián Verón levantaba la Copa Libertadores.
Hoy, 13 años después, Mariano Andújar y Mauro Boselli siguen en el club defendiendo la camiseta albirroja y una vez más, poniendo a Estudiantes entre los mejores equipos del continente, con el equipo listo para pelear por los cuartos de final en la Conmebol Libertadores 2022.
En un nuevo aniversario de la obtención del título, los dos se reencontraron con el trofeo en UNO. "La última vez que había tocado la Copa fue cuando llegamos a Ezeiza desde Brasil", recuerda el actual capitán, mientras que el delantero hace memoria, coincide con su compañero y agrega que en el Mineirao "Ni bien nos la dieron, la queríamos agarrar todos".
El momento cúlmine de la definición en Brasil llegó cuando Boselli marcó de cabeza el gol con el que Estudiantes dio vuelta el partido y se puso 2-1 arriba en el marcador. "Estaba Sebastián para tirar el córner y nos movíamos todos en el área para encontrar el espacio para cabecear. Cuando vino el centro le gané la posición al defensor, y después de cabecear caigo de espaldas y no veo la pelota. Cuando caigo la vuelvo a ver que pica y se le mete al arquero a media altura", reconstruye Mauro.
El partido había empezado complicado, con Cruzeiro poniendo el 1-0 a los 6 minutos del segundo tiempo. "Después que nos hacen el gol y al ir perdiendo en Brasil, dije: si ganamos me la tatúo la Copa", cuenta Andújar. Hoy luce en su brazo izquierdo el tatuaje del trofeo.
El Pincha reaccionó rápidamente y cinco minutos después de ir perdiendo, empató a través de la Gata Fernández. "Me acuerdo haber festejado ese gol con el Colo Re y decirle que teníamos que llevarlo a los penales porque nos acordábamos de la final de la Sudamericana que habíamos perdido sobre la hora el año anterior", cuenta el arquero.
Al dar vuelta el partido para la conquista de la cuarta Libertadores en la historia del club, los dos coinciden en hablar de la mística Pincha. "Mística es ir perdiendo en Brasil con todo el estadio en contra y ellos agrandados porque te habían metido un gol y no pensar nunca que estábamos perdidos. La muestra de eso es el gol del empate que convertimos rápido y fue clave. Y después es ir buscarlo con la convicción de quedarnos con la Copa en los 90 minutos. Eso es parte de lo que significa Estudiantes en la Copa Libertadores", afirma Boselli.
Andújar, por su parte explica que "La mística es tener buenas sensaciones, que esté en el aire esa sensación que Estudiantes siempre va a poder hacer algo más. Ese día nos toco empezar perdiendo de visitantes y lo pudimos dar vuelta. La mística es ese sentimiento que se siente y nos da un plus".
