Durante este 2015 hemos conocido varias historias de fanáticos pincharratas alrededor del país. Desde historias de filiales en el sur, pasando por Tilcara, La Pampa y la Puna Jujeña. Hoy es el turno de conocer la historia de un joven de un pequeño pueblo riojano, Chepes, donde existe un club que homenajea al Pincha. La historia de Julio Dionicio Gallardo, en sus palabras:
"Nací en Chepes y fui bautizado en la cancha del Club Atlético Estudiantes el Tala, club en el que jugué todas las divisiones inferiores hasta el Sub-20, consiguiendo muchos campeonatos de inferiores. Luego dejé de jugar, porque tuve que irme a estudiar a Córdoba. "El Talita", tiene los mismos colores y diseño de camiseta que el Pincharrata. Esto se debe a que los fundadores y creadores del club se basaron en el club platense, ya que algunos eran médicos y trabajaron de maestros en la ciudad de La Plata. Esa simpatía que hubo por el "Pincha" generó varios simpatizantes e hinchas en Chepes. Mi padre, de quien heredé la pasión por Estudiantes, y mi abuelo fueron presidentes de ‘El Tala’".
Chepes es una ciudad ubicada en el departamento Rosario Vera Peñaloza (educadora y pedagoga argentina en homenaje a quien se declaró el "Día Nacional de los Jardines de Infantes" y "Día de la Maestra Jardinera" en Argentina), habitada por poco más de 11.000 habitantes. Se encuentra ubicada a más de 1200 kilómetros de La Plata, lo cual se convierte en una dificultad para que Julio pueda asistir a ver los partidos del León. Sigamos leyendo su historia.
"Como verán, mi amor por ‘El Tala’ es inmenso; no obstante, la pasión que tengo por el Pincharrata es inexplicable. Lamentablemente solo una vez pude ir a la cancha, debido a que Chepes queda muy lejos de donde normalmente se juegan los partidos. Este año pude asistir al partido por Copa Argentina que se jugó en cancha de Instituto contra San Martín de San Juan, el cual salimos victoriosos por definición de penales, gracias al empate que logro marcar Palito Pereyra. Fue una experiencia inolvidable. No fui como hincha, sino como periodista, gracias a un amigo que tiene un programa de radio en mi pueblo. Al enterarme que el Pincha jugaba en Córdoba fui a buscar a mi amigo Cesar Casco y le pregunte si no iría a transmitir el partid. En ese momento, me encontraba de vacaciones en Chepes. La transmisión del partido nunca estuvo en sus planes; sin embargo, el tipo armó el viaje de improvisto y fuimos desde Chepes hasta la cancha de Instituto. Aún siento esa emoción inexplicable al ver el colectivo con los jugadores: recuerdo a la perfección haber visto al ‘Colo’ Gil en el primer asiento. Estaba loco, loco de emoción; pude sacarme fotos con muchos jugadores, hasta con Alayes y todo el cuerpo técnico. Tenía ganas de llorar de la alegría".
Julio narró en el contacto con el sitio oficial anécdotas sobre los partidos definitorios de los títulos de 2006, 2009 y 2010. A todos los siguió por radio, con todo el nerviosismo que conlleva, siempre acompañado de familiares y del calor agobiante, o del frío acuciante, del campo. Julio afirmó que el sentimiento que tiene por el Pincha jamás va a morir, y que tiene un sueño: poder estar con tantísimos ídolos pincharratas. A todos ellos les envía un saludo: a Alayes, a los dos Verón, a Braña, a Ándujar, a Gastón Fernandez, a Boselli, a Enzo Pérez, a Sabella, a Bilardo, entre otros. Pero Julio hizo una mención especial para concluir la charla: "quisiera mandarle un abrazo a quien más admiro, al Doctor Raúl Madero, quien creo es un excelente ejemplo de persona en cuanto a humildad y sacrificio"