La mística se hizo presente en el Teatro Argentino. No fue una charla más ni una cualquiera, fue una charla en donde Juan Sebastián Verón y Alejandro Sabella fueron el centro de la atención de una evento lleno de emociones, y donde los protagonistas hablaron de todo lo que significa y representa ser de Estudiantes. " El ADN de Estudiantes son los valores" coincidieron
"Esos valores los conocí en carne propia desde 1982, cuando llegué a un club con el que desde pibe me había identificado a la distancia, a través de la radio", subrayó Sabella.
Los hinchas, la prensa y un gran número de juveniles del club presenciaron desde el comienzo una charla que inició con una ovación cuando Sabella y Verón, acompañados de los hermanos Mauro y Darío Sztajnszrajber subieron al escenario donde los esperaba una mesa cubierta por un cobertor de color rojo, mientras los centenares de personas aplaudían a rabiar a los protagonistas.
Con sus lentes característicos, una bufanda en su cuello y toda su sabiduría a cuestas, Sabella comenzó a hablar del grado de representatividad con Estudiantes y de cómo se forjó su amor e identificación con el club. "Si bien me formé en River, me terminé enamorando de Estudiantes; recibí los conocimientos de la generación del '86, los asimilé y luego los transmití en esta época", aseguró Pachorra ante la atenta mirada de los presentes.
Desde el pasado como jugador, a su época como DT de Estudiantes cuando le tocó ser el entrenador del tetracampéon de América, Sabella hizo hincapié en los valores, el ADN de Estudiantes y recordó algunas anécdotas puntuales que pintaron de cuerpo entero lo que es la historia de la institución: "Cellay jugó con un corcho en la media en la final de la Libertadores como lo hizo Aguirre Suárez en su época", recordó, entre otras cuestiones; para luego meterse en el presente y destacar el reciente retorno de Gastón Fernández: "Es un orgullo tener un jugador como él que dice que su lugar en el mundo es Estudiantes".
"El ADN es el espíritu, es el trabajo. Estudiantes es un formador de personas", resaltó "Pachorra", además de retrotraerse en el tiempo y apelar a la época del '82: "Me encontré con Estudiantes y me di cuenta de lo que era el trabajo y también la dedicación". El punto cúlmine fue sin dudas el momento en el que mencionó a Bilardo, cuando la gente ovacionó de pie las palabras del ex DT estudiantil, gran ganador y pieza referencial de la historia pincharrata.
De ADN y genética roja y blanca, Verón recordó sus primeros tiempos, desde pequeño, cuando comenzó a mamar los valores de Estudiantes bajo el ideario de los campeones y con su padre como fiel ejemplo: "Viví de chiquito en el club y cuando hacía inferiores tenía muchas carencias", explicó acerca de cómo han sido los puntales del club, basados en el trabajo, el esfuerzo y la dedicación para lograr grandes objetivos grupales.
Desde su llegada en 2006, ineludiblemente el club tuvo un crecimiento que se catapultó y permitió alcanzar logros deportivos: "Estando en Europa no me cabía otra posibilidad que volver a Estudiantes", aseguró el presidente del club, quien continuó cronológicamente con el Apertura logrado: "En 2006 ganamos el torneo luchando y teniendo en contra muchas cosas". Asimismo resaltó ante la mirada de los jóvenes el camino a seguir: "El ADN es algo nuestro. Estamos todos para una misma cosa. Dar sin esperar nada a cambio. A los juveniles les digo que sigan su sueño y en un futuro transmitan lo que les deja el club".
En su rol como presidente, Verón reconoció la importancia y la responsabilidad que implica en su deseo por seguir dándole lo mejor a la institución: "Hoy estoy transitando otra etapa que es muy importante para mi". Los temas pasaron a lo largo de la noche, las anécdotas, los recuerdos, valores, anécdotas y un sinfín de palabras que tiñieron de ADN los 110 años de la gloriosa historia de Estudiantes. Una noche cargada de mística.