En el marco del cierre del homenaje a José Luis Brown, la Superliga Argentina de Fútbol, a través de su presidente Mariano Elizondo, hizo entrega a la familia del Tata de las 24 camisetas de cada uno de los clubes, que fueron utilizadas en los partidos de la fecha 3 del torneo local.
Aquella vez, los capitanes de todos los equipos rompieron la casaca como el ex defensor lo hizo en la final de México 86 para jugar con el brazo en cabestrillo; también se realizó un minuto de silencio y, luego, cada plantel firmó la casaca de su respectiva institución.
En representación de Estudiantes dijeron presente el vicepresidente Juan José Calderón y el dirigente Ekel Oviedo, quienes participaron del emotivo evento realizado en el Hotel Grand Brizo de La Plata; mientras que por el lado de la familia Brown y su círculo íntimo estuvieron sus hijos, su ex esposa, su última pareja, hermanos, nietos, sobrinos y mejores amigos.
"SE LO EXTRAÑA MUCHO, PERO ESTÁ PRESENTE EN CADA MOMENTO"
"Se lo extraña mucho, pero está presente en cada momento. Se fue muy joven y creo que merecía estar un tiempo más acá con nosotros, pero ha dejado un legado a nosotros como familia. Con muy poco supo ganarse el cariño de las personas, siendo buena gente, siendo humilde, dejando la vida en cada partido. Trataremos de seguirlo y mantener su apellido más alto", sostuvo, visiblemente emocionado, su hijo Juan Ignacio.
"ESTA ES UNA DEMOSTRACIÓN QUE NO TIENE PRECIO"
"Él quiso esto y luchó por esto. Nada le fue fácil y nada le cayó del cielo. Desde muy chico, en un hogar con muchas necesidades, salió a pelearla. Al mismo tiempo que entrenaba, trabajaba en una imprenta. Así fue construyendo su carrera. Esta es una demostración que no tiene precio. Valoro su actuación como futbolista, pero además lo valoro como persona. Estos reconocimientos son inimaginables", agregó Miguel Ángel, hermano mellizo del querido Tata.
