El de los 70 gritos con la roja y blanca. El del 3-3 transitorio en la histórica remontada ante el Sporting Cristal por la Libertadores. El del tercer gol en el memorable 7-0 a Gimnasia. El de la definición histórica para el 2-1 del inolvidable campeón del Apertura 2006. El que llegó de Tres Sargentos y se convirtió en un hijo de la casa. El que soñaba con debutar en primera con la camiseta de Estudiantes. El que finalmente cumplió su anhelo y llenó de alegrías a la familia Pincha. Mariano Pavone. El "Tanque", sinónimo de ADN albirrojo, en un mano a mano imperdible con el Sitio Oficial del club: "Estudiantes es algo único e irrepetible".
"DESDE QUE PISÁS EL CLUB ESTÁ LA MÍSTICA"
Un largo camino transitó desde que llegó a la institución con edad de séptima división hasta aquel 30 de octubre del 2000, cuando debutó en primera de la mano de Craviotto, y todo lo que vino luego. Miles de historias, de anécdotas, de momentos, de compañeros, entrenadores y personas que se convirtieron prácticamente en parte de su familia dentro del club. Para Pavone, recordar es abrir el corazón: "Yo llegué con edad de séptima división y desde que pisás el club está toda esa mística y de lo primero que se habla es de los campeones de la Libertadores, de la Intercontinental, de la hazaña de Old Trafford. Entonces uno empieza a mamar todo eso desde chico, desde inferiores cuando llega, que Estudiantes no es un club más. Más que un club, tiene esa identificación con la gente, con los colores. Si bien uno desde el pueblo ya conocía a Estudiantes, acá va conociendo mucho más la rica historia".
"Llegué con la ilusión de poder salir campeón alguna vez con el club y después se dio. También se dio que los ídolos y los héroes trabajaban en la institución en ese momento, como el 'Bocha' Flores, 'Pelusa' Bedogni, Juan Ramón Verón; 'Cacho Malbernat', que lo tuve como técnico en primera; Julián Camino, Claudio Gugnali. Entonces te empapás y te van transmitiendo lo que es Estudiantes. Y uno va llenándose de todo eso, además de lo que uno va viviendo desde la experiencia adentro. Eso lo hace muy familiar, si bien es una institución grande y reconocida a nivel mundial, a la vez no deja de tener eso de conocerse todos. Es muy lindo porque te hace crecer y que cada vez que nos ponemos la camiseta, la defendamos con uñas y dientes y mucha garra", valoró el "Tanque" luego de finalizar un nuevo semestre con la camiseta de Estudiantes, luego de su regreso en 2017.
ESTUDIANTES: UNA GRAN FAMILIA
Los lazos de sangre unieron a Pavone con el club. Su hermano Gonzalo ya estaba en la institución cuando dejó su pueblo natal y, una vez que se instaló en La Plata, el goleador conoció a su nueva "familia adoptiva", con la que generó un vínculo imborrable y para toda la vida: "Tuve la fortuna de tener a mi hermano Gonzalo, que hacía 3 años que estaba en el club cuando me tocó llegar. Eso fue importante porque venía a ver los partidos de él e iba conociendo más. Después, cuando estás adentro empezás a hacer tu camino, conocer gente y por ahí personas que estaban en inferiores hace 20 años, muchas siguen estando o sino vuelven a pasear, y eso es muy bonito. Eso lo hace una gran familia".
"Me acuerdo de la época en la que hice inferiores hasta llegar acá y el club fue evolucionando en todos los aspectos. Eso es lindo e importante porque no se quedó en el pasado, más allá de todos los logros que están y nunca se van a borrar. Se fue aggiornando como por ejemplo con el tema de tener una escuela, que es muy bueno. En nuestra época no lo teníamos pero Pelusa Bedogni estaba atrás nuestro cuando teníamos que ir a una escuela pública. Hoy los chicos tienen una pensión, la escuela acá, la alimentación, y todo eso es muy bueno. En todo eso, Estudiantes creció y no se quedó en la comodidad que por ahí puede pasar en otros clubes", destacó.
INFERIORES, EL DEMO Y SUEÑOS DE PRIMERA
"Primero tenía la ilusión de poder estar. Cuando me tocó llegar en séptima vivía en el demo y caminaba 30 metros hasta la tribuna y veíamos los partidos. Era el sueño de jugar en primera, debutar y dar el paso después de la reserva. Tuve la felicidad de debutar y jugar unos minutos con mi hermano Gonzalo. Después me acuerdo cuando en el country veíamos entrenar al plantel profesional y estábamos con Damonte, Lugüercio, Nico Ayr y un montón de chicos, mirábamos y decíamos 'tenemos que estar ahí'. Apuntábamos a llegar y era luchar cada día, sacrificarse y cumplir el sueño que estaba tan cerca".
Así como su historia tuvo el desenlace deseado para él, como el que anhelan y sueñan tantos otros chicos que se inician en el fútbol, el "Tanque" destacó la evolución que tuvo Estudiantes como institución y las herramientas en torno a la educación que brinda el club para quienes no llegan a primera: "El fútbol es así y no todos llegan. Hay muchos chicos en inferiores y somos muy pocos los privilegiados. Los que quedan en el camino por ahí tienen oportunidades en otros clubes, pero los otros por lo menos se llevan el hecho de haber podido estudiar y seguir una carrera o lo que le depare el futuro. Eso es algo importante más allá de un montón de cosas que tiene la institución".
LA JUVENTUD Y LA TRANSMISIÓN DEL ADN DE GENERACIÓN EN GENERACIÓN
Tan significativo, tan representativo y a la vez tan difícil de explicar y ponerle palabras. El ADN de Estudiantes, que se transmite de generación en generación, es para el "Tanque" uno de los fundamentos primordiales que hacen del club una institución diferente a las demás: "Los chicos cuando van subiendo, e incluso nos pasó a nosotros, ya estamos empapados del club. Después a lo mejor siempre se les da un consejo, pero el jugador cuando sube sabe lo que es Estudiantes. Si bien hay cosas que se pueden dejarle como legado, lo van viviendo. A veces ni hace falta contarlo. Eso es lo que también me gusta porque son chicos centrados en todos los aspectos".
"ESTUDIANTES ES ALGO ÚNICO E IRREPETIBLE"
"Estudiantes es algo único e irrepetible, que se va transmitiendo entre los hinchas y los jugadores de generación en generación. Me ha tocado estar en un montón de clubes y cada uno tiene su impronta, pero el de Estudiantes es muy fuerte. Acá te cruzás a un campeón del Mundo, que no pasa en muchos clubes. Los ex jugadores o los históricos siempre pueden venir, estar, y ya el jugador chico que está en el plantel profesional se va cruzando y empapando. Eso no pasa en todos lados y por eso es una gran familia", ponderó.
HÉROE AYER, PRESENTE HOY, HISTORIA Y LEGADO MAÑANA
Pasarán los años y la historia contará que Mariano Pavone fue uno de los grandes goleadores que tuvo el club. Las páginas doradas de la institución dirán eternamente que el "Tanque" fue el artífice de ese 2-1 que depositó a Estudiantes en la cima del fútbol nacional después de 23 años. Las generaciones que lo vivieron lo relatarán, mientras que las que vendrán escucharán y entenderán el significado del ADN, del que formó y formará parte eternamente el goleador de Tres Sargentos: "A medida que pasa el tiempo va ganando más valor ese logro. Cuando me tocó llegar al club sabía quiénes eran los campeones del Mundo, pero ahora que han ido a Old Trafford y a un montón de lados, y se los reconoce a cada momento, te vas dando cuenta que no es fácil. Uno también va cayendo de la dimensión de lo que ganaron. Y seguramente con el tiempo va a ganar porque cuando es reciente, si bien sabés lo que conseguiste, y más como nos tocó después de tantos años, cuando pasen los años va a tomar más importancia".
"OJALÁ ME RECUERDEN COMO UNA BUENA GENTE Y, DENTRO DE LA CANCHA, DEJANDO TODO"
Por siempre en el corazón de los hinchas, Pavone sabe y es consciente del amor mutuo con la familia Pincha. Querido, valorado y respetado, el "Tanque" reveló cómo le gustaría que lo recuerden: "Dentro de la cancha, dejando todo. Como un jugador al que le tocó debutar joven en primera y por ahí de entrada no me salían las cosas de la mejor manera, pero con sacrificio, trabajo y humildad lo pude revertir. Me tocó ser campeón, goleador en Libertadores, del torneo local, y todo a base de no bajar los brazos. Después, en lo personal, ojalá me recuerden como una buena gente, sobre todo eso. A veces, las cosas más allá de que te recuerden por lo que fuiste dentro de la cancha, también es importante lo que sos fuera. Por ejemplo cuando viene un hincha a pedirte un autógrafo o un saludo. Eso, para mí, es importante también. Al fin y al cabo, al jugador el que lo hace destacarse, más allá que uno pueda hacer las cosas bien adentro de la cancha, es la gente. Nos debemos a ellos".
