En pleno barrio La Candelaria, en el centro histórico de Bogotá (Colombia), Carlos Gutiérrez llegó proveniente de la ciudad de La Plata en busca de un porvenir y llevó consigo tanto la esencia argentina como el ADN de Estudiantes con el que fue criado en el seno de una familia 100% albirroja. En 1998 puso su primer restaurante al que llamó "Mi Viejo", donde le dio un toque distintivo con una ambientación por demás particular: banderas, banderines, cuadros y fotos de su querido Pincha. Conocé su historia.
"LA PASIÓN LA HEREDÉ DE MI PAPÁ"
Hijo único, Carlos empezó a ir a la cancha desde chico con su padre, quien le inculcó los valores del club y ambos comenzaron a compartir el mismo amor por los colores. Como todo niño que sueña con jugar al fútbol entró en las inferiores del Pincha y desde ese momento sintió desde adentro el significado de la gran familia estudiantil: "La pasión por Estudiantes la heredé de mi papá. Cuando tenía 7-8 años me empezó a llevar a la cancha, jugué al fútbol en en club con edad de novena, hice parte de las inferiores y ahí comencé a sentir lo que era pertenecer. Es algo difícil de describir pero es increíble", contó en diálogo con el Sitio Oficial.
"ESTUDIANTES ES MI RAZÓN DE SER"
Cuadros con fotos de Bilardo, otros con Verón, imágenes de los diferentes títulos que el club obtuvo a lo largo de su historia. Así está decorado en gran parte el local de Gutiérrez, quien a diario muestra con orgullo a sus clientes su amor por Estudiantes. Detallista, a Carlos no se le escapa nada. Está detrás de cada aspecto para que sus comensales queden satisfechos. Fiel representante Pincha, para él el resultado de lo que ofrezca es lo más importante y así lo reconoce: "Estudiantes es mi razón de ser. El restaurante es un lugar futbolero, también de tango, vienen periodistas, políticos. La ambientación se puede ver con los colores que me representan, que son los del Pincha, aunque además hay distintivos de todas partes del mundo, pero el club tiene un lugar aparte tanto en el local como en mi corazón".
RECUERDOS Y ANÉCDOTAS
Si de anécdotas y recuerdos se trata, Carlos guarda una gran cantidad en su cabeza y, por supuesto, en el corazón. Estadios en los que siguió al equipo, gritos de gol, alegrías, festejos, vueltas olímpicas y más: "Recuerdo sobre todo el famoso 4-3 contra Platense en la cancha de Boca, que estábamos del lado donde fue el penal. Ese partido fue alucinante. Hubo muchos pero ese en particular me quedó grabado. Después también el Estudiantes de las copas lo tengo muy presente, eran equipos que sabía que iba a verlo jugar y no perdía".
SER DE ESTUDIANTES EN EL EXTERIOR
La tecnología le permite seguir el día a día del club y estar cerca (de alguna manera) de su querido Estudiantes. Lee cada novedad, se junta con otros amigos argentinos hinchas del Pincha y también colombianos que adoptaron la idiosincrasia albirroja como un estilo de vida. Es que en tierras cafeteras, la huella que dejó marcada Don Osvaldo Zubeldía fue un hito para el fútbol nacional, algo que para Carlos es motivo de orgullo: "Ser de Estudiantes en el exterior es algo que me encanta porque somos un club muy reconocido, sobre todo acá. Aquí dicen que el fútbol es antes y después de Osvaldo Zubeldía. Es un orgullo".
