Casi a modo de presagio, en la semana, Diego Mendoza había adelantado que su intención era ganarse un puesto, que quería lucharla a base de esfuerzo, entrenamientos y trabajo para ganarse la confianza del entrenador. Y así fue como Milito dispuso que el atacante sea de la partida en un cotejo que no fue fácil aunque, gracias a la actitud, el juego y el plantel albirrojo, le permitió al Pincha volver con tres puntos vitales.
Autor de la conquista y factor fundamental para el equipo, el oriundo de Madariaga rescató el valor del triunfo en un campo de juego por demás complicado: "Fue un partido muy duro, la cancha nos perjudicó a los dos porque no podíamos jugar; había mucho barro y se hacía difícil", sostuvo Mendoza.
"Dimos vuelta un partido difícil en una cancha complicada; ellos venían de dos partidos de local sin perder y eso nos da tranquilidad", agregó el goleador quien, de cabeza, le dio el 2-1 final al León para volver a La Plata con una gran victoria bajo el brazo.
Feliz por convertir, el delantero surgido de la cantera pincharrata cerró: "Me fui dos veces y no tenía ganas porque este club me formó como jugador y como persona. Tenía ganas de lucharla acá y por suerte se dio el gol".