El actual presidente del Valladolid y bicampeón del mundo con el seleccionado de Brasil, Ronaldo Nazário, mantuvo una entretenida charla con Juan Sebastián Verón. El "Fenómeno" hizo un a revisión de su carrera y sus vivencias en el fútbol, y remarcó la importancia de trabajar sin quemar etapas durante la formación.
LA FAMILIA Y EL FÚTBOL
"Mi madre me dijo que solo iba a entrenar si estudiaba, así que me puse las pilas. Hubiera sido un buen alumno, pero tenía mi cabeza puesta en el fútbol. Empecé a jugar al fútbol sala a los diez años en Río y luego me vendieron por diez mil dólares al Cruzeiro. Siempre jugaba dos o tres categorías por encima de mi edad, no me daba miedo. Llegué con 15 años y competía en una categoría por debajo de los profesionales. Cuando cumplí los 16, empecé a jugar el Campeonato Minero".
"Es todo muy inconsciente, no lo pensás porque tenés la oportunidad y es lo que soñaste toda tu vida. Cuando estás en casa, te da un poco de miedo. Lo importante es estar preparado y estar seguro de uno mismo. El apoyo familiar y del club es muy importante, mi padre y mi madre iban siempre con mis hermanos a verme jugar".
"Hay que estar capacitado, si has aprendido todo en las categorías de base y sos joven, ya está hecho todo el trabajo. Antes había menos presión, menos cámaras y los defensores te amenazaban", agregó.
VIVIR CADA ETAPA
"El Mundial del ´94 fue espectacular. Como para un chico normal que estudia y va a la universidad, ese torneo fue mi universidad, donde obtuve el diploma. No por ganar el Mundial, sino por haber estado cerca de los cracks que miraba en la tele. Intentaba asimilar todo lo posible, miraba todos los detalles, hasta como se ponían los botines. Romario me pedía café cada cinco minutos y yo se lo iba a buscar, antes los novatos hacíamos estas cosas. Aprendí muchísimo, fue una preparación larga. Fue una experiencia inolvidable que me sirvió para el futuro".
"Siempre le digo a los jóvenes que tengan paciencia e intento tranquilizarlos. Hoy hay mucha ansiedad de llegar a lo más alto sin pasar por las fases de la vida, por lo más simple y básico. Es muy importante cada etapa, porque si no aprendes de cada situación, no sirve. Mis ganas de triunfar eran tan grandes que hacía todo lo que me decían", rememoró.
TRABAJANDO PARA TRIUNFAR
Ganador nato, Ronaldo relató la importancia que tuvieron sus "maestros" en el fútbol y contó: "Cuando tenía 10 años vi a Zico en la televisión pegándole a la pelota contra un paredón con la zurda. Y durante años me dediqué a practicar. Hice casi 200 goles con la pierna menos hábil pero lo busqué y me perfeccioné. Cuando me fui a Holanda, recién empezaba, estaba solo y hacía -20 grados. Podían hacer -60 grados que a mí no me importaba, yo estaba decidido a triunfar y tener éxito. Tuve grandes maestros en mis inicios en la selección. Para que me llamen tenía que jugar en mi equipo, ganarme el lugar y no ir por mi nombre".
UN POCO MÁS
El histórico jugador de la Selección de Brasil, ex Barcelona e Inter de Milán entre otros clubes importantes, reveló que le hubiese gustado jugar más tiempo al fútbol: "Cuando compré el Valladolid, en el primer año estuve pensando en hacer el sacrificio de entrenarme tres o cuatro meses para volver a jugar. Me hubiera gustado jugar muchos años más, tuve muchas lesiones y peleas con mi cuerpo".
UNA CARRERA INOLVIDABLE
"El fútbol no es sólo marcar goles, coches bonitos y dinero. El fútbol exige un total sacrificio. Yo hablo con mis niñas, que les encanta, pero si yo no las llamo a entrenar se pasan el día con el ordenador y la Play Station".
"Estoy muy orgulloso de todo lo que hice. Me hubiera gustado tener menos lesiones. Las que tuve me cambiaron la vida, me hicieron más hombre, más disciplinado. He perdido desde el lado deportivo cuatro o cinco años, pero mi carrera fue espectacular. Viví una generación de auténticos cracks, campeones y de muchísimo nivel. Haber triunfado en ella me da orgullo".