Alguna vez a las personas nacidas entre los años 60 y los 80 y aquellas "afectadas" por el consumismo y las pos Segunda Guerra Mundial se la denominó Generación X; y en este caso Estudiantes también cuenta con una simbiosis muy especial y bajo un mismo apelllido: Verón. Es la Generación V y todo tiene a colación de que este viernes quedó marcado como el día que Deian Verón, hijo de nuestro presidente Juan Sebastián y nieto de la gloria Juan Ramón; debutó en la reserva de Estudiantes.
Con apenas un par de minutos en cancha (ingresó a los 44 del complemento por Matías Pellegrini), Deian Veron es la tercera generación en debutar en el equipo antecesor al primer equipo. Utilizó el dorsal 15 y este bautismo tan especial se produjo justo en el Country y ante la atenta mirada de su abuelo y su papá; quienes cada uno en un sector diferente de las adyacencias de la cancha 5 observaron el pleito que la reserva pincha venció a Atlético Tucumán por la mínima diferencia.
Juan Ramón Verón debutó en reserva en 1964, con el detalle que en aquella época el nombre específico de la división era tercera y como todos sabes ese equipo de Estudiantes fue el tan afamado "Tercera que Mata". En poco tiempo la Bruja se sumó de manera definitiva al plantel superior que dirigía Osvaldo Zubeldía y luego, la historia ya es conocida; fue una de las grandes figuras del equipo multiplecampeón.
La historia de Juan Sebastián Verón se dio en un momento gris de la historia del fútbol del club. Su debut en la reserva se produjo en el año 1993, justo una temporada antes de que Estudiantes pierda la categoría. Pero el detalle es que el actual presidente primero jugó la Copa Centenario; y posteriormente llegó el día en que le tocó estar en el equipo de reserva. El salto de esta categoría a la primera fue de apenas un año, ya que en el 94 el mandatario pincha se transformó en una de las piezas claves del equipo que ganó de manera magistral el torneo del Nacional B.
Cuando el Chino Benítez mandó, este viernes a la cancha a Deian Verón, marcó un nuevo hito y a la vez significó que la tercera generación con el apellido Verón continúe por el camino que se inició allá por los años 60 de la mano de Juan Ramón. La Generación V marca tendencia.