En un emotivo homenaje que contó con la presencia de los campeones del mundo albirrojos Alberto Poletti, Carlos Pachamé y Gabriel Flores, el Honorable Senado de la Provincia de Buenos Aires distinguió a Miguel Ubaldo Ignomiriello como Personalidad Destacada del Deporte Bonaerense.
La ceremonia se llevó a cabo en el Anexo del Senado provincial y reunió a una numerosa concurrencia de exdirigidos, allegados, representantes, familiares y amigos de "Don Miguel", el histórico formador y padre de la célebre "Tercera que Mata".
"Debo ser claro y sincero: jamás en mi vida pensé que iba a recibir un homenaje como este", expresó emocionado Ignomiriello, agradecido por la cantidad de personas que colmaron la sala. "Uno a veces sueña con viajar, que va a ir a París o a Londres, pero nunca había imaginado que me iban a hacer un homenaje en el Senado".
El reconocimiento fue presentado por los periodistas platenses Osvaldo Papaleo, quien lo entrevistó por primera vez en 1963, y Pedro Garay, colaborador en la producción de su biografía.
"Yo lo único que hice fue fijar normas disciplinarias y de conducta para la práctica del deporte. Pero además teníamos que brindar alimentación, cuidado, higiene. Infinidad de veces algunos jugadores me dijeron: ‘Miguel, la primera vez que me bañé con agua caliente fue en el club’", recordó.
Entre los presentes estuvieron el dirigente albirrojo Pedro Watzman, acompañado por Daniel Ridner y representantes del Museo del Club, área donde Don Miguel es permanente colaborador.
Orgullo platense, Prócer albirrojo
De corazón albirrojo, Ignomiriello nunca ocultó que sus primeros pasos como entrenador los dio en las divisiones juveniles de Gimnasia, a donde llegó a los 18 años para dirigir la Octava División. Sin embargo, fue su destacada labor en el elenco rival la que lo llevó a Estudiantes en 1963, donde su disciplina, método y visión marcaron un antes y un después en la formación de futbolistas.
En enero de 1965, su trabajo cristalizó en la legendaria "Tercera que Mata", un equipo arrollador que se consagró campeón con ocho futbolistas que alcanzarían la gloria con el club y tres años más tarde serían campeones del mundo ante Manchester United, en Old Trafford: Juan Ramón Verón, Alberto Poletti, Eduardo Flores, Carlos Pachamé, Eduardo Luján Manera, Ramón Aguirre Suárez, Juan Manuel Echecopar, José Hugo "Tato" Medina y Óscar Malbernat, entre otros.
"Eran un grupo excepcional de jóvenes que triunfaron porque tenían mérito. Hombres que respaldaron el éxito con trabajo", resumió el entrenador.
Tan decisiva fue su tarea que fue el propio Ignomiriello quien recomendó a Mariano Mangano la contratación de Osvaldo Juan Zubeldía como entrenador del plantel profesional, dando inicio a la era más gloriosa del club.
Pionero y visionario, Don Miguel fue un férreo defensor del trabajo como camino al éxito. Introdujo los dobles turnos, las largas concentraciones y la profesionalización de las condiciones de entrenamiento, incluyendo mejoras en vestuarios, predios, descanso y alimentación. Nada quedaba librado al azar.
Además de su huella imborrable en Estudiantes, al que regresó en 1971 para dirigir al primer equipo y lograr el subcampeonato de la Copa Libertadores, Ignomiriello tuvo pasos notables por Rosario Central, Nacional de Uruguay y la Selección Argentina, entre otros.
Fue precisamente con la Selección que escribió otra página memorable al dirigir la llamada "Selección Fantasma", un equipo alternativo integrado en su mayoría por juveniles, entre ellos un jovencísimo Marcelo Trobbiani, años más tarde bicampeón con Estudiantes, que se preparó en la altura de La Quiaca y venció 1-0 a Bolivia en La Paz.
Aquel triunfo, histórico y heroico, fue clave para la clasificación de Argentina al Mundial de Alemania 1974.
Nacido en La Plata el 11 de junio de 1927, Don Miguel ya había sido reconocido como Ciudadano Ilustre de la Ciudad (2008) y Profesional Distinguido de Rosario (2013). Hoy, el Senado bonaerense volvió a poner en palabras lo que el fútbol argentino sabe desde hace décadas: que Miguel Ignomiriello es uno de los grandes maestros de nuestra historia, un hombre que educó generaciones no solo dentro, sino también afuera de la cancha.
¡Felicitaciones Don Miguel!