Temperamental, enérgico en la marca, supo ser un tiempista que perfeccionó su técnica a medida que avanzaba su carrera y se consolidaba en el puesto de líbero. Así fue el Ruso, Edgardo Fabián Prátola.
Nacido el 20 de mayo de 1969, debutó con sólo 19 años en una victoria del Estudiantes de Eduardo Solari, en Tucumán, ante San Martín. Enseguida se consolidó en Primera, en los difíciles años previos al descenso, y mostró toda su capacidad de liderazgo en el ascenso a Primera récord de la temporada 94/95, como capitán y emblema de los jugadores nacidos en el Club, junto al Mago Capria, Calderón, el Rulo París y la Brujita Verón.
Lució la camiseta Albirroja entre 1988 y 1996; y en la temporada 2001/02: completó 217 partidos por torneos de AFA, entre Primera y el ascenso, y gritó 7 goles. También jugó 18 veces por la hoy extinta Supercopa, completando 235 partidos oficiales con la roja y blanca.
Su último encuentro ya es un emblema de la pasión y la emoción del hincha Albirrojo, nada menos que en una victoria ante Gimnasia, 2-1, el 11 de marzo de 2001 y con Néstor Craviotto (ex compañero suyo) como entrenador. La sonrisa de oro del Rusode Tolosa, después de los goles de Ernesto Farías y Luciano Galletti de aquella tarde, es un recuerdo que perdurará para siempre.
Leyenda desde el 27 de abril de 2002, dejó un legado inimaginable como jugador y como persona, por los valores que transmitió a las generaciones pinchas posteriores, marcado de por vida por el ADN Pincharrata.
