En el área de Fútbol Infantil, Omar Bermúdez es un histórico y Alejandro Saggesse se sumó hace un par de años. Con amplias trayectorias en la instrucción de niños y jóvenes, ambos se hicieron un momento en el Country Club para exponer la metodología de trabajo con quienes dan sus primeros pasos en el plano competitivo.
La estructura del sector se completa con Gerardo Bedogni como Coordinador de preparadores físicos y la reciente incorporación de Agustín Marrero como médico, además de 35 profesionales entre técnicos, profes y dos entrenadores de arqueros. "Es el cimiento, el inicio de toda la actividad en el club. Hay que construir buscando el talento, formando según la consigna de la Institución, y articulando con la Escuela y la Fundación Estudiantes, que nos respalda mucho", graficó Bemúdez, quien supo ser el primer técnico de Juan Sebastián Verón, entre otros, allá por 1979.
El ambiente promueve que los pequeños se desempeñen de manera segura, libre y sin grandes presiones. Saggese, quien jugó en las juveniles estudiantiles, comentó al respecto: "Se busca generar confianza, dinámica y aprendizaje entre los cuerpos técnicos y los chiquitos, de ida y vuelta. Los papás y mamás saben que deben convivir de una manera amena y el chico debe convivir con lo recreativo". Ambos profesionales coincidieron que en un deporte de contacto con habilidades abiertas suceden acontecimientos que no pueden ser elaborados previamente; por lo tanto, los cuerpos técnicos no deben buscar culpables por los errores, sino guiar, corregir y potenciar a los chiquitos dentro de un proceso de aprendizaje constante.
CÓMO SE SUMAN LOS NIÑOS
El Área de captación rastrea talentos en distintas ligas del país gracias a un grupo de reclutadores y, además, se planifican pruebas puntuales. Dada la cantidad de postulantes, se aplazaron las pruebas abiertas. "Tenemos un mapa y un software con una base de datos. Semanalmente se prueba un número importante de infantiles y juveniles, durante cuatro días en lo posible para tener un mayor margen de evaluación. Y el cuerpo técnico informa si se incorpora o no, o se le hace un seguimiento", explicó Omar. Y también consideró la situación de los niños que arriban a La Plata desde otras ciudades, cuando entra en juego lo afectivo al alejarse de sus familias: "Trabajamos para la integración y les prestamos más atención para que sufran lo menos posible. Tenemos algunos de Pre-Novena en pensión".
LAS HERRAMIENTAS DE INSTRUCCIÓN
En el campo metodológico, Alejandro afirmó: "La técnica se practica y lo táctico interviene de modo cada vez más fuerte al ser un deporte de habilidades abiertas. En esa interacción con compañeros y rivales puede sobresalir quien tenga la capacidad de adaptarse a esas situaciones cambiantes". Además explicó los modos de competencia como un proceso que lleva tiempo para adquirir conocimientos y experiencia; y destacó el equilibrio emocional, más allá de los resultados, al entender la rivalidad: "El chico de enfrente es un ser humano y, como tal, debe ser respetado. Esto no es teórico, sino que se refleja en la interacción, al mostrar que nosotros nos comportamos y somos de esa manera".
Dado que algunos pibes no alcanzan su sueño de seguir jugando, el ex Seleccionar Nacional Juvenil reconoció: "Es un tema que involucra al niño y a su familia. Nos apoyamos en especialistas psicólogos o asistentes sociales del Club". En la misma sintonía, Bermudez aseveró que "es lo más crítico porque uno establece un vínculo día a día. No hay una fórmula exacta para plantear eso".
LA PREPARACIÓN INTEGRAL
A diario se inculcan la formación integral del jugador, el sentido de pertenencia y la identidad con la Institución. Y así lo describió el experimentado Omar: "Se enseñan valores que fortalecemos. Quien se incorpora, se identifica con esta propuesta. Pasás por al lado y, aunque no te conozcan, te van a saludar. Son pequeñas cuestiones que hacen a las grandes cosas". La educación formal, en tanto, se plantea en los diálogos entre formadores y niños, mientras que se trabaja cuando hay problemas de aprendizaje, desinterés u otras carencias. El fin de la enseñanza Pincharrata no se restringe a lo deportivo, sino que involucra toda la dimensión humana.