El tiempo pasó, pero los recuerdos son imborrables. A la distancia, desde su casa en la ciudad ecuatoriana de San Juan Bautista de Ambato, Christian Cellay retrotrae su memoria y se remonta a la época del 2009. Aquellos tiempos con la camiseta de Estudiantes son momentos que quedarán para siempre en su memoria y que jamás se olvidarán. Mano a mano con el Sitio Oficial del club, el "Samurai" habla del significado del Pincha en su vida y asegura ser un agradecido a la institución que lo adoptó como propio.
EN ECUADOR, PERO CON EL CORAZÓN EN ESTUDIANTES
Actualmente en el Mushuk Runa, en una nueva experiencia fuera del país, Cellay reconoce que el sentimiento a la distancia sigue siendo el mismo: "Se extraña bastante y por eso trato de estar en contacto constantemente por redes sociales o viendo los partidos que dan acá. He tenido la posibilidad de verlo porque ha jugado con Barcelona y con Independiente del Valle. Uno siempre lo siguió desde que me fui del país porque el corazón sigue estando en La Plata y en Estudiantes. Yo siempre dije que voy a volver porque es mi deseo y lo voy a llevar a cabo, no sé en qué momento, pero mi destino está en Estudiantes porque es el lugar donde más cómodo me sentí, donde la gente me adoptó y sé que es mi casa".
LA LIBERTADORES DEL 2009
"La Libertadores fue algo inolvidable que va a estar siempre en mi mente y en mi corazón. Entrar en la historia grande de un club tan importante como Estudiantes no todos tienen la posibilidad de hacerlo y yo pude. Siempre voy a estar agradecido a la gente de Estudiantes y eso jamás va a cambiar. Fue una copa muy difícil, muy luchada; hicimos un sacrificio muy importante en todo momento y así se llegó al objetivo primordial que era salir campeón. El grupo se lo merecía por todo lo que propuso y por lo que luchó", recuerda el "Samurai" de aquella inolvidable gesta.
LA ANÉCDOTA DEL "CORCHO"
Cargada de recuerdos y anécdotas, la Libertadores de 2009 dejó en Cellay una marca propia única. Algo lo selló en esa competencia y lo ligó por completo con la historia de Estudiantes. Aquel partido de ida por los cuartos de final en el Estadio Ciudad de La Plata, el defensor se lesiona, aunque hubo algo que lo hizo seguir adelante: "Yo con Defensor Sporting, de local, me rompo el menisco en el primer tiempo. Después, hablando con Alejandro (Sabella), él me da la confianza para seguir jugando porque me quería en el equipo y yo así lo quería también; entonces seguí jugando el resto de la copa con la rodilla rota. En un momento de la charla saca un corcho y habla de Aguirre Suárez que también tuvo un problema en la rodilla jugando la copa y que para disimular el dolor jugaba masticando uno. Se me acerca a a mi y me dice 'esto es para vos. Ojalá te vaya tan bien como a Aguirre Suárez'. Y la primera vez que lo hice fue en la semifinal con Nacional y desde ahí sentí que tenía que llevarlo en todo momento conmigo. Una vez que se logró la copa se me acercó Julián Camino y le digo 'mirá, vení', y le mostré que lo había llevado en todo momento; y no lo podían creer, pero era algo que lo sentí y es una anécdota que va a quedar para toda mi vida".
CON EL ADN DEL CLUB
"Creo que traté de dejarles todo mi esfuerzo, compromiso y honrar siempre la camiseta dejando todo en cada cancha. Humildad y trabajo también, que fueron las cosas que me enseñaron en Estudiantes. Todos sabemos que es un club grande y que con el paso de los años va a seguir creciendo. Soy un agradecido por el cariño que me brindaron desde mi llegada, por todo lo que me dieron, por el apoyo incondicional", cerró.
Axel Damian Padilla
