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ADN • 19 septiembre 2015

La mística pincha en la elite del tenis mundial

'Pico' Mónaco es pincha fanático desde muy chico, pese a haber nacido a cientos de kilómetros de La Plata. La historia de cómo llegó a alentar a Estudiantes, y de cómo transmite el ADN pincha entre sus amigos, como Rafael Nadal.
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Bastad, Suecia. Son las 3 de la madrugada, ya es 16 de julio en el país escandinavo. El abrumador silencio del hotel se corta por los gritos desaforados de un argentino. De este lado del mapa, en Brasil, todavía es 15 de julio y el Pincha juega los últimos minutos de la final de la Copa Libertadores frente a Cruzeiro. Una final con garra, con dientes apretados y con sacrificio hasta el pitido final. Así como juega él.

El partido termina, Estudiantes sale campeón y rompe en un llanto desconsolado de emoción. Pocas horas después, tiene que jugar por la segunda ronda del torneo de la ciudad, pero poco importa que ya sean más de las 5 y que el sol empiece a asomar tibiamente. Él va aunque esté liquidado, juega y le gana al rumano Victor Crivoi por 6-0 y 7-6. Sale a la cancha con la camiseta albirroja, en honor a los campeones de América. Porque así se define Pico, un enfermo por Estudiantes.

Juan Mónaco es de Tandil, una ciudad a casi 400 kilómetros de La Plata. ¿Cómo llegó a ser fanático pincharrata? "Estudiantes llega a mi vida por la familia Romeo (Daniel y Carlos, padre de Bernardo) en Tandil. Nuestra familia y la de ellos son amigos desde hace mucho tiempo", cuenta Pico. "Hubo una etapa que fue vital: cuando Daniel fue director técnico en la temporada 92/93. Yo tenía ocho años y seguíamos toda su campaña. Luego debutó Bernardo e íbamos a verlo con sus hermanos. Nos levantábamos temprano en Tandil para ir a 1 y 57 a verlo y después nos volvíamos. Ahí ya era fanático enfermo", explica. Su primer partido viendo a Estudiantes fue en Córdoba, contra Talleres. Era muy chico, y fue con su padre a alentar al equipo que dirigía Daniel Romeo.

Pico llegó a estar entre los diez mejores tenistas del mundo en 2012. En la actualidad, ocupa el puesto 44 en el ranking ATP y es el segundo argentino mejor rankeado, con ocho títulos en su haber. "Como tenista sería un ‘Chapu Braña’, aguerrido y con la convicción de que todo es posible a base de profesionalismo y de competir hasta lo último dejando todo en la cancha", dice. A propósito del tenis, la Comisión Directiva del club decidió adoptar nuevas reformas y disposiciones para fortalecer e impulsar la actividad tenística en la institución.

Cuando no se encuentra en nuestro país, sigue los partidos a través de internet. Un día antes prueba la conexión, para no tener ningún tipo de sobresaltos durante los 90 minutos. El día que juega el Pincha, Pico basa su rutina en torno al horario del partido. Apaga cada teléfono y dispositivo para que nada lo distraiga y sentirse como en el estadio. Lo vive con mucho nerviosismo.

A la hora de elegir su equipo favorito, no duda: "El campeón de la copa con Sabella. Seguí toda la campaña y el equipo era brillante, con Sebastián comandando, con jugadores del riñón del club y los que llegaban como Enzo Pérez, Gastón Fernández, Mauro Boselli o Mariano Ándujar que se hacían piel de nuestra cultura pincha", señala. "Te enamoraba que hablaran tan bien del club sin ser hinchas, y lo trasladaban al campo de juego", agrega el tandilense.

Embajador del León en el circuito mundial, hizo hinchas del club a colegas como Rafael Nadal, Fabio Fognini, Marcos Baghdatis, Andy Murray y John Isner, entre otros. Muchos tenistas le piden una camiseta porque conocen del fanatismo de Juan hacia el club. "Mi anhelo en lo personal es tratar de ayudar al club con su imagen en el mundo", señala. "Como hincha, mi sueño es ver seguir creciendo a Estudiantes como lo está haciendo, pensando mucho en las Inferiores. Se del esfuerzo que se hace día a día para que el club sea un ejemplo para todos el día de mañana", concluye Pico el contacto con el sitio oficial.

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