El de hoy no es un partido más ni un día más ni una noche más. Es el día en donde Estudiantes, luego de 216 presentaciones, deja de ser local en el Estadio Ciudad de La Plata para volver a su casa, a 1 y 57. Y la despedida es frente a Talleres de Córdoba, por la décimo tercera jornada de la Superliga. El juego va a las 19.00 y será arbitrado por Fernando Espinoza.
Como se sabe luego del encuentro se iniciará la caravana rumbo al Estadio Jorge Luis Hirschi para aguardar a las 24 y celebrar el retorno tras 14 años a Uno.
Es cierto que no será un partido más, todo tendrá como epicentro la inauguración de la nueva cancha de 1 y 57; pero los jugadores como tales deben abstraerse de este contexto y concentrarse en un partido realmente exigente ante un rival con algunos vaivenes, que no es el mismo del torneo anterior pero que tiene muy claro lo que pretende dentro del rectángulo de juego.
Sin dudas que las últimas tres victorias, y en particular la del clásico, retemplaron el ánimo de una plantilla que siempre confió en su potencial, en la idea del entrenador Gabriel Milito y que ahora con nueve puntos en fila mira con otros ojos la recta final de este 2019 y con un mayor optimismo la próxima temporada.
Sabiendo lo que propone Talleres y el momento del equipo, el entrenador pincha no metería cambios en la formación salvo la baja de Iván Gómez por su lesión en la rodilla derecha. Con la firme convicción de tener el control del balón y buscar lastimar por las bandas es que Estudiantes saldrá a jugar este partido tan especial peor que también es clave para continuar solidificando lo que se puso en marcha en Santiago del Estero con un dibujo táctico bien claro, con jugadores que entienden a la perfección cuáles son los roles que hay que cumplir en pos de alcanzar el objetivo.
Estudiantes le pone punto final a su localía en el Estadio Ciudad de La Plata. Luego de 216 presentaciones, 124 triunfos, 229 goles anotados, se cierra una etapa en el Domo de 25 y 528 y los pupilos de Gabriel MIlito van por otro capítulo exitoso que sea el broche de oro de una época plaga de alegrías.