La historia de Estudiantes no solo es rica por lo que ocurre dentro del campo de juego sino que, también, las tribunas arrojan historias que marcan lo que es el ADN Pincharrata. Una de ellas es la de Graciana Moretti de Salerno, la "abuela de Estudiantes", que siguió al primer equipo a todos lados y vio todas las generaciones de jugadores albirrojos hasta su fallecimiento en 1964.
Graciana llegó desde Italia y se instaló primero en Berazategui de adolescente, aunque luego se mudó al barrio El Dique de Ensenada. Fue en ese entonces cuando empezó a frecuentar la cancha pincharrata, acompañada por "nietos adoptados" de la zona. Su lugar en el Estadio Jorge Luis Hirschi estaba establecido: la vieja platea ubicada en la esquina de 1 y 55.
Tras su fallecimiento aparecieron dos sucesoras: la abuela Marta y la abuela Luisa. Ambas tuvieron la suerte de estar presentes en el Estudiantes de Osvaldo Zubeldía, por lo que pudieron disfrutar las hazañas de aquel equipo. Marta tenía la particularidad de no faltar a ningún encuentro, ubicándose en condición de local en la platea de Avenida 1. Luisa, en tanto, se encargó de revindicar lo hecho por Graciana, y si bien no concurría a todas las canchas, no se perdía ningún partido en 1 y 57.
A pesar de los años, muchos son los hinchas pincharratas que recuerdan con cariño a aquellas abuelas, que dejaron una huella imborrable en la tribuna y que sin dudas fueron fieles exponentes del ADN de Estudiantes.