En la ida por la fase 3 de la CONMEBOL Libertadores, Estudiantes sacó a relucir la mística copera, venció a Everton por la mínima y ahora definirá el pase a la fase de grupos como local la semana venidera en UNO.
Un inteligente cambio de esquema propuesto por el Ruso Zielinski le permitió a su equipo plantear un partido de igual a igual en tierras trasandinas. A partir de las inclusiones de Lattanzio y Muñoz dentro del elenco titular, se impuso un 3-5-2 con Carlo y Godoy como laterales mediocampistas y una línea de tres en el fondo ordenada con Rogel, Noguera y el propio Muñoz.
La versatilidad del sistema posibilitó plasmar un juego de presión alta: el Pincha le quitó la pelota al local, recuperó rápido, tuvo buenas y rápidas transiciones, fue dinámico y controló las acciones. El adelantamiento de la defensa hizo que el equipo en su totalidad avance en el terreno y suelte a los encargados de la distribución, con Zuqui y Rodríguez como estandartes.
Tal fue el dominio en el inicio, que elaboró las chances más claras. Un disparo de media distancia de Lattanzio que salió cerca del ángulo derecho fue el primer aviso en la tarde copera, mientras que Del Prete tuvo la suya con un contragolpe magistral que milagrosamente no terminó en gol: tras un tiro de esquina de Everton, Corcho sacó rápido para que Tuti domine y, con un sombrero en mitad de cancha, sorteó la marca y se fue directo al arco. Ante la salida del arquero, el 10 resolvió cruzado y la pelota se fue pegada, al lado del palo.
Arranque promisorio en Chile, con protagonismo. Sin embargo, el dueño de casa emparejó en el tramo final de los 45’ iniciales y tuvo sus oportunidades, aunque la férrea defensa albirroja y la seguridad de Andújar permitieron sostener el 0-0 antes del descanso en Sausalito.
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Para el complemento, el DT metió a Pellegrini por Lattanzio en un cambio netamente de apellidos y no de esquema. Sí varió la dinámica del compromiso, con un local que inició mejor, fue protagonista y complicó a Estudiantes, que le costó salir de su campo y terminó más replegado.
Sin la tenencia, el conjunto albirrojo mutó a una faceta más de marca y combativa, de manejar bien los tiempos, apelar a la contra y batallar cada pelota recuperada (para esto sumó a Morel en el medio por Del Prete) en lo que restaba de partido en Chile.
Apenas una clara tuvo Estudiantes. Cuando peor la pasaba. Godoy trepó por derecha, llegó al fondo y mandó el centro pasado para que por detrás de todo y de todos aparezca Matías Pellegrini: el 7 bravo le dio de zurda, con alma y vida para gritarlo bien fuerte. Oportunismo al 100%. Efectividad plena para poner el 1-0 a falta de 12 minutos y así darle un triunfazo.
Lo trabajó, fue inteligente y se llevó una enorme victoria para sacar ventaja en la ida y así esperar a la definición del próximo miércoles en UNO, donde se jugará la vuelta para decidir el pasaje definitivo a la fase de grupos.
