DAVID, CAMPEÓN SUDAMERICANO
Los hermanos Ayala son ocho, y dos de ellos juegan al fútbol en Estudiantes. Dos historias de vida bajo un mismo techo, en sendas carreras que empiezan a marcarse por los destacados rendimientos en sus equipos y los llamados a la Selección Argentina. David fue campeón hace un mes, con la Sub 17 en el Sudamericano de Perú:"Analicé los partidos, los volví a ver, hicimos un buen torneo en general, con los traspiés en el principio y el final. El objetivo principal era clasificar al Mundial pero el campeonato también era importante. Nos fuimos contentos por haber sido campeones", dijo David, respecto al equipo de Pablo Aimar. Además confesó: "el recambio fue una de las claves, que otros equipos no tuvieron, eso nos ayudó mucho".
Con la el cuerpo en la Selección y la cabeza en hacer valer el sacrificio, sostuvo que "antes de los partidos pensaba en el sacrificio y en mi familia, mi mamá y mi hermana. Pensé en dejar todo por ellos". Respecto a lo que se viene, la competencia y el Mundial en el horizonte, deslizó: "Estos meses se viven con tranquilidad después del torneo que hicimos , ya pensando en el Mundial. El último partido con Ecuador nos dejó con ganas de revancha".
EL DOBLE CINCO EN FAMILIA
David en sexta, Andrés en Reserva y entrenando con primera, atraviesan distintos momentos futbolísticos, tratando de aportar con la camiseta de Estudiantes desde su juego, quite y despliegue. " Los entrenamientos con Primera son muy intensos, desde el juego y el recorrido, y eso me hace crecer en la intensidad, respecto a lo que venía mostrando. Para tomar ritmo pido a veces jugar, porque no sirve estar parado tanto tiempo. Lo que entreno en Primera trato de sacar una diferencia en Reserva, cuando me toca jugar", expresó Andrés, uno de los cincos del equipo de Leandro Desábato.
"Muchos dicen que somos parecidos pero para mi jugamos distinto", dice el más grande, Andrés, categoría 2000. "Él es más habilidoso, más rápido, yo soy más posicional, más tapón; él puede jugar más arriba. No somos de hablar mucho para corregir, por respeto", acotó. David asiente, y aporta que "si bien jugamos de lo mismo, él tiene más marca y yo más gambeta". Además, agregó: "Cuando me pongo a pensar, es algo increíble que los dos estemos en la Selección, me pone orgulloso por mi y por él". Ambos coincidieron que jugar en un mismo equipo sería algo soñado. En palabras de Andrés, "sería lindo compartir la mitad de la cancha juntos, nos complementaríamos bastante bien , por las características, ojalá se nos de".
LA FAMILIA, LOS SUEÑOS Y LA VIDA EN EL COUNTRY
"Somos diez en la familia. Cuatro hermanas y tres hermanos más, que también juegan", declaró David, que con 17 años es uno de los hermanos "del medio" de una familia numerosa. Por su lado Andrés habló de la intimidad de los Ayala. "En casa somos futboleros, mis hermanos y mi viejo, mi mamá ahora más por nosotros, ella alienta. Están siempre apoyándonos y a donde vamos nos siguen. Mi viejo fue a verlo a David a Perú", señaló.
Respecto al futuro inmediato y las metas a corto plazo, David manifestó: "Mis objetivos son estar bien en la categoría y poder ir al mundial en noviembre". Andrés, por su parte, explicó: "Mi meta es empezar la pretemporada con Primera. Sería un sueño poder debutar en Estudiantes, por todos los años que uno viene sacrificándose, con la familia y uno mismo, y por todo lo que la institucón me dio. El club es mi segunda casa, desde los nueve años que voy". concluyó.