Manuel Pelegrina nació el 25 de noviembre de 1919 en San Vicente (Córdoba) y, desde pequeño, su sueño fue ser jugador de fútbol. Hizo las inferiores en el Club Lavalle, en dónde empezó a dar sus primeros pasos a puro gol en los torneos cordobeses. Sus buenas actuaciones llamaron la atención de Estudiantes, quién le ganó la pulseada a Rosario Central y lo fichó en 1938.
El Payo , como se lo conoce, jugó un total de 18 temporadas con la camiseta pincharrata, inflando las redes de todos los estadios del fútbol argentino. Dentro de la cancha supo entenderse a la perfección con otro jugador cordobés, Carlos Cirico, su mayor asistidor.
Con la albirroja convirtió un total de 235 goles, siendo el máximo goleador de la institución aún en estos tiempos. En segundo lugar se ubica Ricardo Infante, pero con 180 tantos. También es el jugador que más partidos disputó en el Pincha, con un total de 489 encuentros.
Sus mayores logros en el club fueron la Copa Escobar 1944, la Copa de la República 1945 y el ascenso a la Primera División en 1954. Además participó del equipo que terminó tercero en el torneo oficial argentino.
Pelegrina era, por otro lado, un especialista en festejar en los partidos frente a Gimnasia: le convirtió un total de 11 goles y es, hasta la actualidad, el máximo goleador del derby platense.
Los récords del cordobés trascendían el mundo Estudiantes, ya que es el cuarto máximo goleador en la historia de la Primera División de AFA, contando los goles convertidos en su paso por Huracán en 1953 (10), es el puntero izquierdo más goleador del fútbol argentino y posee una efectividad del 81,2% ejecutando penales (pateó un total de 42) que pocos superan.
Pelegrina, que falleció en 1992, es uno de los personajes más importantes de la historia del club. A puro gol enamoró a los seguidores de Estudiantes de las décadas de 1930, 1940 y 1950 y, actualmente, sigue siendo el máximo goleador indiscutido de la institución.