Poco a poco el deporte le fue abriendo las puertas a la psicología y hoy existe una conciencia clara de la necesidad de trabajar el factor mental-emocional para optimizar el rendimiento deportivo. La Licenciada Wilana Hernández Molese, es una pieza clave en los cuerpos técnicos del fútbol femenino y está cumpliendo un rol fundamental en el transcurso del aislamiento social, preventivo y obligatorio.
Desde que se interrumpieron los entrenamientos y los campeonatos de AFA, Hernández Molese se comprometió para acompañar de forma cotidiana a las futbolistas de la Escuelita, Reserva y Primera. "Como psicóloga del deporte, antes que nada soy psicóloga y agente de salud mental. Es mi responsabilidad trabajar con ellas en este momento", comentó.
El viernes 13 de marzo puso en marcha un espacio virtual para atender distintas necesidades y mantener el vínculo con las jugadoras. Se comunicó telefónicamente con algunas de ellas en la primera semana y luego estableció turnos para trabajar en los horarios de entrenamiento, tres días por semana. Acerca de estos encuentros, señaló que "abordamos cuestiones que tienen que ver con la optimización del rendimiento deportivo y algunas otras que van surgiendo".
La psicóloga destacó la importancia de conocer a cada jugadora y sus experiencias particulares, teniendo en cuenta que las realidades de cada una de ellas son muy diferentes: "algunas están viviendo solas, otras con sus parejas y otras se fueron a vivir con personas con las que no convivían. Eso cambia las dinámicas familiares, de convivencia, de relación, con todo lo que implica en esta situación".
Si bien la participación en esta instancia es voluntaria, la mayoría de las futbolistas decidieron compartir el espacio para adquirir herramientas necesarias en este momento particular y para el momento del regreso a la actividad. "Es importante destacar la importancia del acompañamiento, del sostén, de la contención a nivel psicológico", señaló Hernández Molese. A través de plataformas digitales han desarrollado dinámicas grupales donde trabajaron variables psicológicas que entran en juego en el deporte y en el grupo, como por ejemplo la comunicación.
Hernández Molese también acompaña a las niñas de la Escuelita en un entorno de desarrollo, en el que el deporte es, fundamentalmente, una herramienta educativa. En ese sentido, destacó el valor de estas instancias de intercambio, reflexión y diálogo: "simplemente es prestar el oído y saber que una está, las ayuda muchísimo".