Nada es igual. Desde aquel 27 de abril de 2002 nada es igual. Hoy todo se centraliza en una sóla persona, en un sólo nombre: Edgardo Fabián Prátola. Ya son 16 años que el Ruso pasó a convertirse en una verdadera leyenda de Estudiantes y del fútbol argentino.
Ese 27 de abril de 2002 amaneció gris, todo una señal de lo que desencadenaría con el devenir de las horas. La noticia llegó a media mañana. Edgardo Prátola fallecía luego de luchar por un año contra el cáncer de colon.
Ese 27 de abril el primer equipo debía jugar con Independiente en Avellaneda y si bien se analizó suspender el encuentro, el partido se disputó porque "así lo hubiese querido el Ruso…" fueron palabras que se repetían una y otra vez en los viejos camarines del estadio del Rojo.
SU ULTIMO PARTIDO
Tras perder varios kilos por culpa de la enfermedad que lo aquejaba, Edgardo Prátola jugó su último partido oficial en "su casa". Fue el 11 de marzo de 2001. Esa tarde en 1 y 57 Estudiantes derrotó a Gimnasia 2-1. El Ruso pidió jugar, le suplicó a Nestor Oscar Craviotto (DT por aquel entonces) estar en el rectángulo de juego. porque ese era su último deseo.
"Mi sueño es que me vuelvan a putear en una cancha los hinchas de Gimnasia" había dicho el Ruso quien afrontó la enfermedad con gran entereza anímica, aferrándose a sus afectos y a las muestras de cariño del mundo del fútbol.
Ya pasaron 16 años. Hoy no es un día más ni mucho menos, hoy toda la familia de Estudiantes, y del fútbol le debe rendir un gran homenaje al Ruso Prátola, ese ser humano extraordinario que se formó con el ADN pincha, y que luchó, desde que le diagnosticaron cáncer, contra esa enfermedad como cada vez que salía a disputar un partido de fútbol con la camiseta de Estudiantes.
Por siempre Edgardo Fabián Prátola…