El "Chapu", el guerrero de mil batallas, el de la "22" en la espalda, el motor del mediocampo, el del título del 2006, el campeón de América del 2009, el del Apertura 2010; el del golazo inolvidable al Juan Aurich, el corazón del equipo, el que llegó en silencio y se va como uno de los exponentes del ADN de Estudiantes, el que comprendió y se identificó con la idiosincrasia del club. Rodrigo Braña, a días de su retiro como futbolista profesional, habló mano a mano con Estudiantes TV, contó cómo vive sus últimas horas como jugador; expresó su "satisfacción" por haber jugado donde quiso, reconoció sentirse un agradecido, se emocionó al hablar del apoyo de su familia y dejó un mensaje: "Tengo la sensación del deber cumplido y haber dado todo adentro de la cancha. No me puedo reprochar nada porque di el máximo de mis posibilidades".
SUS ÚLTIMOS DÍAS COMO PROFESIONAL
Alegre, convencido de la decisión, tranquilo y seguro. Así transita el "Chapu" la recta final a los 40 años, en un camino que hoy tiene en el horizonte la línea de llegada, que al cruzarla marcará su paso a la gloria eterna en el corazón de los hinchas y a la rúbrica final en las páginas doradas de la institución: "Estoy bien y feliz de dejar. Son un montón de sensaciones y recuerdos, pero estoy feliz de haber tomado la decisión. El último tiempo estaba siendo un peso para mí y la verdad es que con la edad que tengo me estaba costando. Fue un desahogo y un alivio de saber que ya no voy a jugar más, pero jugué demasiado", reconoció el gladiador albirrojo.
"TENGO LA SENSACIÓN DEL DEBER CUMPLIDO Y HABER DADO TODO ADENTRO DE LA CANCHA"
Reconocido por su inconmensurable entrega, así será recordado. Tal como lo deseó y lo desea. Por ese amor propio, ese corazón infatigable, por dejar alma y vida, sangre y sudor en el día a día, en cada cancha, por sus compañeros y por el escudo del glorioso Estudiantes de La Plata: "Sinceramente tengo satisfacción porque tuve la suerte de jugar donde yo quise. Salí de Quilmes, donde me dieron todo y me enseñaron cosas que me las valoraron acá en el club y también las potencié. Estoy feliz de haber sido parte de dos grandes instituciones como Quilmes y Estudiantes, y que en las dos me van a recordar con cariño. Tengo la sensación del deber cumplido y haber dado todo adentro de la cancha. No me puedo reprochar nada porque di el máximo de mis posibilidades. Todo tiene un tiempo y a mí el tiempo se me corta ahora".
"ESTOY CONTENTO DE HABER DISFRUTADO DEL FÚTBOL Y HABERLE DADO MI VIDA"
En más de una oportunidad reconoció no sentirse un referente. Siempre remarcó e hizo hincapié en que la huella que deja se vincula pura y exclusivamente a lo que supo demostrar con hechos. Ese sendero que transitó y en el que selló su marca formará parte del legado, del tan mentado ADN que pasa y pasará de generación para los que vengan detrás: "Si bien no me considero un ejemplo, siempre fui yo, con muchos defectos y muchas virtudes como todo ser humano, pero tratando de mejorar. Siempre quise aprender y eso fue lo que me llevó a ser mejor cada año. Ser ejemplo es difícil porque siempre cometemos errores y a veces acertamos también. Traté siempre de pensar en el equipo y creo que es una de las marcas que dejo, brindar siempre el máximo. Estoy contento de haber disfrutado del fútbol y haberle dado mi vida. Le di muchísimo tiempo, me he privado de muchas cosas y disfruté muchas otras"
LA FAMILIA: EL MOTOR DEL CORAZÓN DEL "CHAPU"
Al margen de los entrenadores, de los compañeros, de todas y cada una de las personas con las que se vinculó a lo largo de su carrera y con quienes forjó relaciones para toda la vida, el motor del corazón del "Chapu" siempre estuvo impulsado por los lazos más importantes que tiene un ser humano: la familia. Esos que lo apoyaron incondicionalmente y a los que él siente les debe gran parte de lo que fue, es y será: "Me ha costado separar lo profesional de mi vida cotidiana y la que más sufrió fue mi familia. Me han tenido que aguantar años y años, y uno no se da cuenta pero eso es lo más duro. Seguramente que si no tenía esa locura de vivirlo así no podría haber logrado lo que logré. Va de la mano una cosa con la otra. Al no tener la inteligencia de separar lo profesional con lo cotidiano duelen más las cosas. Estoy feliz de terminar, de haber jugado hasta los 40 en una institución como Estudiantes con todo lo que eso requiere y jugando en primera división. Estoy plenamente orgulloso". ¡Sos y serás eterno, Chapu!