Miles de kilómetros separan a Juan José Castelli, embajador argentino en Honduras, de su país. Las mismas millas de distancia que tiene de su querido y amado Estudiantes. "Juanjo" es uno de los tantos hinchas albirrojos por el Mundo que, desde chico, creció con el ADN Pincha y lo transmite de generación con sus hijos, con quienes sueña volver a alentar al equipo prontamente en 1 y 57. "Estudiantes es una parte de mi vida muy importante", aseguró en un mano a mano con el Sitio Oficial.
DE CHIQUITO ME ENSEÑARON A SEGUIRTE A DONDE VAS
Desde chico, Juan forjó una vida sentimentalmente ligada a Estudiantes más allá del fútbol. De adolescente solía frecuentar el country y también la sede, lugares en los que pasaba horas disfrutando con amigos bajo un clima de familia, fiel al ADN propio del club: "Es una etapa de mi vida que quise mucho y me dio muchas satisfacciones. Me acuerdo que iba a la colonia de Estudiantes, a la pileta a hacer natación y a hacer ejercicios en la cancha de basquet. Ese es el inicio de lo que es la pasión mía por Estudiantes", recuerda.
"Los primeros recuerdos que tengo de ir a la cancha son de cuando yo vivía en 11 y 51. Los domingos a media mañana iba caminando con unos sandwichitos de milanesa y una chocolatada en una botella de plástico, me encontraba en calle 53 con un par de amigos e íbamos a ver a la tercera, la reserva y la primera. Todo el espectáculo era fantástico y se disfrutaba más que ahora", cuenta.
Sus primeras veces en 1 y 57, donde "Juanjo" anhela poder volver a ir pronto con sus hijos cuando se inaugure el nuevo estadio, eran todo un evento para aprovechar y compartir junto a sus amigos para ir a alentar al equipo: "Como era muy chico y tenía unos 14 años iba a la platea atrás del arco. Lo importante era estar ahí, en el estadio, con la gente, cantar mucho y para mi eran horas maravillosas. Realmente es una parte emocional de mi vida que me formó de alguna manera".
UNA PASIÓN DE GENERACIÓN EN GENERACIÓN
Juan José les transmitió la pasión por Estudiantes a sus hijos, Lorenzo y Olivia, quienes hoy son hinchas fanáticos del Pincha: "Yo le regalé a mi hijo Lorenzo un pedacito de tablón y lo tengo acá en mi casa, en Honduras. Cada vez que viene él a visitarme hablamos del tema y, de alguna manera, charlamos del Pincha porque él es fanático, mi hija Olivia también. Los dos han ido a la cancha conmigo. Lorenzo jugó en la escuelita de club, yo lo llevaba a los entrenamientos y a los partidos; me acuerdo que caminaba por el country, hablaba con los padres y los profes, todos de lo mismo, de una gran historia y un afecto por todo lo que Estudiantes nos dio a lo largo de nuestras vidas".
"LAS ALEGRÍAS DEPORTIVAS MÁS GRANDES QUE TUVE EN MI VIDA ME LAS DIO ESTUDIANTES"
Vivió todos y cada uno de los títulos de Estudiantes. El embajador argentino en Honduras es uno de los privilegiados que puede decir que vio campeón al Pincha, desde el primer hasta el último lauro logrado en 2010. Todos recuerdos que guarda en su corazón y una particular anécdota de cómo festejó el título del '68 obtenido en Manchester: "Las alegrías deportivas más grandes que tuve en mi vida me las dio Estudiantes. Yo recuerdo ahora el título del '68, que en ese momento tenía 13 años y estaba con dos de mis grandes amigos que eran fanáticos, Eduardo y Federico Alavés, en la casa de su tío. Éramos chiquilines y teníamos una expectativa enorme de lo que pasara ese día, teníamos un par de paraguas negros de los de antes y compramos pintura roja y blanca para empezar a pintarlos. Les dimos varias manos y quedaron tan duros que era como levantar pesas", cuenta, entre risas. "Después nos fuimos a calle 7, ahí nos pasamos un rato largo gritando emocionados. Eso también es parte de una vida alegre, esos recuerdos que permiten emocionarse".
UNA HISTORIA DE AMOR POR EL CLUB A LA DISTANCIA
Por cuestiones laborales, su vida transitó mayormente fuera del país y, en consecuencia, alejado de la ciudad, pero no por eso dejó de ingeniárselas para seguir al Pincha a la distancia. Desde las cartas por correo hasta la actualidad con el Whatsapp, "Juanjo" da un ejemplo de las mil y un maneras que un fanático del club ha puesto en práctica para saber de Estudiantes: "Por mi profesión, muchas campañas del Pincha me las perdí estando en el exterior. Cuando fui a mi primer traslado en Brasil y en el segundo a Nueva York, cuando vivía allí no había mail, Whatsapp, Facebook ni ninguna red social. Yo conversaba con mis amigos de La Plata, escribía cartas y era muy difícil estar actualizado. Algunos campeonatos me los perdí, pero tuve la compensación de poder asistir a otros, como el del 2010 en Quilmes que lo fui a ver con amigos y festejar sabiendo que el equipo nos va a seguir dando alegrías".
"Yo tengo un grupo, que es de los 'Amigos Pinchas', en el cual todos los partidos nos comunicamos y nos contamos. Si por alguna razón no lo puedo ver me referencio y los buenos amigos como Tito Peralta o Carlos Cantón y otros más me tienen al tanto", agregó.
"SER HINCHA DE ESTUDIANTES ES UNA PASIÓN"
"Una pasión". Así define Castelli lo que es ser hincha de Estudiantes. Un sentimiento que el paso de los años y las distancias forjaron cada vez más en su persona: "Ser hincha de Estudiantes es una pasión. Yo creo que, para mi, Estudiantes es una parte de mi vida muy importante. He tenido la suerte de que mis dos hijos también sean del Pincha. Los recuerdos que tengo me hacen feliz, me reconfortan. Todo me ha dado alegría. Hablar del Pincha es hablar de una pasión".
SU LUGAR EN UNO
Con la vuelta a 1 y 57 cada vez más cerca, Juan no dudó un segundo en asegurarse su lugar en el Nuevo Estadio y compró dos plateas para él y para su hijo con el sueño de, prontamente, volver a casa y alentar en la cancha que pisó desde chico y donde conoció el amor por Estudiantes: "Ya compré dos plateas para mi y para mi hijo en UNO. Tengo un deseo profundo de, cuando regrese al país, volver a la cancha; este sueño que se va haciendo realidad. Volver con mis hijos, mis amigos, emocionarme cuando entre el equipo; conmoverme con la voz del estadio, con los goles como cuando era chico, con un espectáculo magnífico que da la hinchada. A mi edad uno piensa vivir esas cosas lindas y ver al Pincha es uno de mis deseos centrales".
