Nació y creció en una familia fanática de Estudiantes. Hijo de un destacado futbolista del club, llegó al vóley Pincha para darle rienda suelta a sus dos pasiones. En la hoja de ruta de Marcos Marzano hay buenas y malas, victorias y derrotas, campeonatos, ascensos y descensos. Todas las experiencias lo ayudaron a formarse como líder, aprendiendo de sus compañeros y entrenadores.
En el nuevo ciclo de charlas del Sitio Oficial con líderes de los deportes, expresó que "ser líder es ganarse la confianza de los compañeros y ayudar a tirar del carro, a que cada uno desarrolle su rol y potencie al grupo".
- ¿Qué es para vos ser líder de un equipo?
- Es lograr que los integrantes vayan todos hacia un mismo objetivo, dando el 100% de su compromiso, con ganas, humor y sintiéndose parte del trabajo, armonizando intereses individuales con objetivos grupales.
- ¿Qué significa para vos ocupar ese rol, dentro y fuera de la cancha?
- Es en parte una responsabilidad, pero también es algo muy lindo. Es ganarse la confianza de los compañeros y ayudar a tirar del carro, a que cada uno desarrolle su rol y potencie al grupo. Se trata de marcar el camino y los valores dentro de los cuales hay que trabajar.
- ¿Cómo transmitís tus valores y liderazgo al equipo?
- La mejor forma de transmitir es con el ejemplo. Uno debe ser el primero en arremangarse, ir en busca de los objetivos y motivar a los compañeros. Para lograr esto también es importante la comunicación, conocer a las personas que tenemos al lado y poder formar un grupo con objetivos comunes.
- ¿Ser líder es natural o se va aprendiendo?
- Es un poco de ambas cosas. Es algo que uno lleva dentro, pero que también se va desarrollando en base a experiencias vividas.
- ¿Qué líderes tuviste en tu recorrido deportivo y cuáles te enseñaron en Estudiantes a tener ese rol?
- En Estudiantes pude compartir con varias personas que desarrollaron ese rol: desde Juan Pablo Ferraris y Julio Boschi, quienes marcaron el crecimiento del vóley masculino, hasta Juan Pablo Hatrick y Alejandro Kolevich, líderes dentro de la cancha. Los años compartiendo equipo, charlas y viajes me ayudaron a desarrollarme como jugador y forjar una personalidad bastante parecida en las formas de entrenar y en no conformarse nunca con lo que uno sabe. Eso es fundamental para seguir aprendiendo.
- ¿Quién sería hoy tu espejo y cuánto la escuela de Estudiantes te ayudó a ser líder de un grupo?
- No tengo un espejo en particular. Tenemos el orgullo de tener grandes líderes en nuestra historia, Zubeldía, Bilardo, Sabella, Verón, etc. Trato de tomar con humildad lo que ellos transmiten como valores de la institución e intento sumarlos a los de mi familia y así brindarme de la mejor manera a mis compañeros y al club.
- ¿Cómo trasladás ese rol en tu función como entrenador de menores?
- Con los chicos es distinto. Si bien uno trata de enseñarles un deporte, el objetivo prioritario es ayudar en su formación como personas, contenerlos y transmitirles los valores del club, que sientan que están en su casa y disfruten de desarrollarse como jugadores de vóley.