SU VIDA EN FRANCIA Y LA ADAPTACIÓN AL PAÍS
Lejos están las amistades y los conocidos de City Bell o su familia de Magdalena. La vida es completamente distinta e incluso el club. Sin embargo, Carrillo incursiona con ilusión en su primera experiencia fuera del país, ni más ni menos que en una institución como el Mónaco: "Con el correr de los días la adaptación se va haciendo cada vez más fácil y espero seguir así agarrando confianza con el equipo, los compañeros. Tengo que seguir trabajando de la mejor manera para estar bien. Fue un cambio grande, la vida es otra; uno está acostumbrado a estar rodeado de familia y amigos y es distinto, pero trato que esos cambios sean lo más leves posible. Ahora estoy con mi novia y de vez en cuando viene la familia a visitar", revela el goleador en exclusiva con el Sitio Oficial.
No sólo el fútbol y las costumbres son otras, sino que además el idioma es otra de las cuestiones que el nacido en Magdalena ha decidido atender para hacer más fácil su adaptación y, si bien todavía no le es sencillo, busca aprender lo más rápido que pueda: "Empecé con profesor porque la idea es aprender lo más rápido posible para insertarme bien y sobre todo entender bien las consignas. Pensé que era menos complicado pero es una cuestión de tiempo", asegura.
RECUERDOS, ANÉCDOTAS Y TODA UNA VIDA EN EL CLUB
"Las mejores anécdotas son los partidos o momentos que lo marcaron a uno; la despedida fue muy buena y algo que no me voy a olvidar nunca pese a que no fue de local. El partido con Santamarina y el de Defensa creo que fueron muy emocionantes. Después estando en inferiores también, recuerdo cuando fuimos a Inglaterra, son cosas que hoy se te cruzan y son muy lindas", rememora Guido con un tono que mezcla alegría con añoro.
"Siempre tengo los mejores recuerdos. Cada vez que veo una foto mía o del equipo, o mismo cuando veo los partidos se vienen a la cabeza todos los momentos que uno vivió en el club. Hablo permanentemente con los chicos y trato de estar conectado. Hay cosas que hoy te das cuenta que hacen a la felicidad, como compartir mates con mis compañeros en la pieza, personas con las que he jugado en primera; hoy que no las tengo veo lo que significan. Si tomo un mate lo tomo solo porque las piezas son individuales y es todo un poco más reservado. Son cosas que se extrañan. Después, los partidos que más recuerdo son los clásicos, la serie de la Sudamericana con Gimnasia fue imborrable; también con Peñarol. El debut y los últimos partidos lo mismo", revela.
EL ADN DE ESTUDIANTES EN SU VIDA Y EL AGRADECIMIENTO ETERNO
Como cada jugador que nace, crece y se forma en la institución, Carrillo reitera una y otra vez su agradecimiento por los valores inculcados. No sólo el aprendizaje ha sido futbolístico sino además humano con valores propios de la identidad pincharrata: "Estudiantes es un club formador de futbolistas y de personas. Creo que es lo que ha hecho con todos los chicos que les ha ido bien o los que no tuvieron la suerte de llegar. En mi caso me marcó mucho, aprendí muchísimas cosas y uno adopta esa ideología que fue mamando desde chico que está clara y que es la del trabajo, la humildad, entre otras cosas; no bajar los brazos, dar el máximo y progresar día a día para ser alguien en el fútbol y en la vida. Siempre voy a ser un agradecido al club por haber formado parte y ojalá en un futuro siga ligado a la institución".
UN MENSAJE PARA LOS HINCHAS Y SU DESEO DE PROGRESAR
"Siempre fui un agradecido con la gente. Hoy me siguen mandando mensajes y sé que mucha gente quiere que me vaya bien. Ojalá en algún momento uno pueda volver, haber triunfado acá y regresar de la mejor manera, pero falta mucho. Hay que pensar en progresar en esta nueva etapa".
Axel Damian Padilla