Hace unos instantes se acaba de terminar la práctica de fútbol en UNO. Fernando Zuqui se ubica a un costado del campo de juego, listo para charlar, y mientras recorre las tribunas con su mirada, sentencia: "Es un estadio increíble. Felicito al club y a su gente por todo esto. Me encantaría poder debutar en esa cancha con una victoria". Los sueños están en marcha.
La actualidad lo ubica nuevamente en Estudiantes, con su segundo ciclo comenzando a rodar, pero hay tiempo de mirar hacia atrás. Su infancia se desarrolló en Mendoza, cerca de la capital provincial.
"Arranqué jugando a los cuatro años en Luján de Cuyo, me llevaron mis padres. Cada vez que vuelvo a su casa, me trae recuerdos hermosos de esos tiempos".
Desde pequeño, Fernando tuvo al fútbol como su única pasión. "Para mí el futbol siempre lo fue todo. Es el deporte que amo. Hoy es mi trabajo y estoy muy agradecido al fútbol".
Su memoria es muy precisa a la hora de recordar su llegada al fútbol grande. La puerta se la abrió Godoy Cruz, institución a la que llegó a los 18 años. "Mi debut fue el 20 de octubre de 2012 en el estadio Malvinas Argentinas de Mendoza, contra San Lorenzo, con el Turco Asad como entrenador. Es una fecha que siempre la recuerdo como si fuese ayer porque fue donde empezó mi camino en Primera División. Lo disfruté mucho. Estaba toda mi familia en la cancha".
Luego de cuatro años en Mendoza Fernando dio el salto a Boca, donde llegó a disputar la Copa Libertadores en la temporada 2016/17. Un año más tarde, se producía el contacto con el Pincha. "Fue algo increíble. Me acuerdo el día que me escribe Sebastián (Verón) para contarme que estaba la posibilidad de venir. Que me hable él y que me diga que querían contar conmigo es algo que uno nunca lo voy a olvidar. Jugar acá fue un sueño. Desde el primer día lo disfruto todos los días".
-¿Qué sabías del club antes de venir a tu primera etapa?
Mi papá me contaba que el club tenía mucha historia y cuando llegué fue algo increíble y me sorprendió para bien. Estudiantes es un club modelo en el cual estoy muy feliz.
-¿Qué te produce esa felicidad?
¿Viste cuando dicen que Estudiantes es una familia? Es así. Te dan ganas de levantarte a la mañana para ir a entrenar al Country. Trato de disfrutarlo hasta el mínimo detalle porque somos unos privilegiados.
Su salida de Estudiantes fue con escala en Colón de Santa Fe, para luego emigrar al fútbol de Turquía. Allí Fernando recaló en el Yeni Malatyaspor. "Fue una experiencia positiva. Era la primear vez que salía del país. No es fácil la cultura porque era muy diferente, pero uno se va adaptando. Fue una experiencia muy linda para mi familia ya que pudimos conocer lugares, comidas, otra cultura distinta a la que estamos acostumbrados en Sudamérica. En lo futbolístico es una liga muy competitiva con jugadores muy físicos. La pasé bien y lo disfruté mucho", destaca.
EL REGRESO AL CLUB
-¿Cómo se produce tu vuelta?
Hablé con Agustín Alayes y me comento que el club quería contar conmigo. Yo le manifesté que tenía ganas de estar en el club, de vivir el día a día y volver a ponerme la camiseta de Estudiantes. Había otras posibilidades pero le dije a Estudiantes que quería quedarme acá.
-¿Cómo fue el contacto con Zielinski?
Hablé con el Ruso y el cuerpo técnico de la idea que tienen y sobre la forma en que vamos a jugar. Esta es la cuarta semana de intensidad. Estamos trabajando mucho, entrenando en doble turno casi todos los días. Nos estamos preparando para lo que se viene.
-¿Cuáles son los objetivos para el próximo torneo?
Tengo la cabeza 100% en el club. Quiero ayudar desde donde me toque y que juntos podamos seguir creciendo porque Estudiantes es un club que tiene mucha historia y se merece estar siempre peleando cosas. Estoy muy ilusionado para que juntos podamos lograr lindos objetivos. Estoy esperando el primer día para jugar. Los entrenamientos los disfruto mucho. Es similar a la etapa anterior, uno disfruta y estoy muy contento de ser parte de Estudiantes.