Un año. Sí, un año ya transcurrió de nuestro regreso a casa. Muchas cosas sucedieron desde aquel 9 de noviembre del 2019 hasta hoy, y sin dudas, la pandemia por el COVID-19 nos dejó disfrutar poco del Jorge Luis Hirschi. Fueron apenas cinco partidos en donde toda la familia de Estudiantes vivió verdaderas fiestas más allá de los resultados. Hoy, ya transcurrieron 365 de aquella gloriosa inauguración que nos permitió a todos retornar al lugar que tanto amamos: 1 y 57.
Fueron muchos años de luchar y esperar que la puerta se vuelva a abrir. Fueron 14 años entre localías en el Estadio Único Ciudad de La Plata, donde jugamos las finales de la Copa Sudamericana y Libertadores, Quilmes (salimos campeones en el 2010) y Arsenal. Finalmente, a partir de la gestión que comanda Juan Sebastián Verón, el sueño de la vuelta se pudo hacer realidad.
Hoy estamos orgullosos de nuestro estadio con capacidad para 30.018 personas, el primero en el país en ser 100% digital, y que se ubica entre los ocho mejores estadios del mundo, con lo cual el club posicionó a Argentina en un inmejorable lugar en lo que tiene que ver con "nuevas construcciones". Además UNO posee su propio libro y sello postal.
Pero en un año vivimos muchas emociones, como las mismas que todos compartimos ese 9 de noviembre cuando se "levantó el telón" en una fiesta de la cual aún se sigue hablando. Cientos de invitados, el cortometraje protagonizado por Los Simuladores explicando los años de lucha transitados para la vuelta; las viejas glorias campeonas de América y del Mundo se juntaron en un mismo escenario, los vestuarios, con varios de los jugadores que hace un año integraban la plantilla pincha, los campeones del ´82 volvieron emocionarse con el grito "es el equipo del Narigón", valores que obtuvieron el ascenso en tiempo récord en el 95 fueron ovacionados; los goles de Farías, de Julieta Lemma.
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Uno de los puntos cumbres de esa noche del 9 de noviembre fue sin dudas cuando Alejandro Sabella pisó la gramilla. No hubo un solo socio, hincha y simpatizante que no termine con sus palmas enrojecidas por aplaudir al "mister" al "Profesor" o simplemente Pachorra Sabella, director de orquesta de aquel majestuoso equipo que nos dio la cuarta Copa Libertadores de América.
Show, fiesta, llantos, emociones, fuegos artificiales, un león virtual, la utilización de la tecnología lumínica de última generación Philips y de sonido de Electro-Voice de Bosch, que desplegó un espectáculo de luces y láser con la participación de la gente mediante la aplicación Iupix!, los recitales de Los Auténticos Decadentes, Diego Torres; todo en una gran celebración (de dos días) que el mundo entero habló.
Hoy la Casa está en orden. Los socios y socias, junto a los simpatizantes esperan por volver a disfrutar de UNO, mientras saben que ya nadie nos puede ya quitar lo que es nuestro para siempre: el Estadio Jorge Luis Hirschi.
