Fue un corto plazo. Apenas tuvieron que transcurrir 265 días para que Estudiantes retorne a Primera luego del tan doloroso descenso al Nacional B producido en 1994. El debut fue el 18 de septiembre (1-1 ante Chacarita en 57 y 1) y el ascenso se concretó luego de la victoria 1-0 (Calderón) a Gimnasia y Tiro; y la posterior igualdad de Atlético de Rafaela 0-0 ante San Martín de Tucumán cuando aún restaban cinco fechas para culminar la ronda regular del campeonato que finalizó oficialmente en junio de 1995.
Transcurrieron 26 años de aquella campaña. Pero ese ascenso comenzó a celebrarse en la despedida del equipo de la Primera con un triunfo ante Racing por 4-1 ante el delirio de toda la familia pincha que terminó invadiendo el campo y tratando a sus jugadores como verdaderos héroes.
Miguel Ángel Russo y Eduardo Luján Manera tomaron las riendas del plantel para el operativo retorno. El grupo contaba con varios jóvenes provenientes de las divisiones menores del club que en el corto plazo se transformaron en hombres de golpe: Edgardo Prátola, Claudio Paris, Diego Capria, Juan Fontana, Néstor Soria, Leonardo Squadrone, Gastón Córdoba, Juan Manuel Azconzábal, Ariel Zapata, Martín Palermo (luego el gran goleador ya en el círculo superior); entre otros; más tres futbolistas que le dieron el toque distinto al conjunto pincha: Juan Sebastián Verón, Rubén Capria y José Luis Calderón.
Se sumaron al plantel Carlos Gustavo Bossio, Luis Sosa, Alejandro Méndez, Manuel Santos Aguilar, Leonardo Ramos, Cecilio Galeano, Mariano Armentano –los tres últimos provenientes de Vélez a préstamo- y Juan Manuel Llop que logró rescindir el contrato que había firmado con Newell´s pocos días antes por el interés que le generó el proyecto albirrojo. A ellos se agregaron un par de nombres provenientes del fútbol paraguayo como Ricardo Rojas, Adelio Salinas, Andrés Noguera, Domingo Arevalos y Javier Ferreira.
La campaña, que se inició con un empate en un gol (Mariano Armentano) como local ante Chacarita Juniors por la cuarta fecha del certamen, e incluyó también la participación del plantel en la Supercopa de campeones de la Copa Libertadores donde Estudiantes superó a Flamengo en primera ronda en plena pretemporada. Luego se le restó importancia al certamen internacional para dedicarse de lleno a la vuelta a la Primera.
Estudiantes terminó con el ascenso y el campeonato en una performance notable que incluyó 65 puntos, sacándole 11 puntos distancia a su escolta, Atlético de Rafaela, 86 goles a favor y sólo 34 en contra en 42 encuentros, producto de 27 victorias, 11 empates y sólo 4 derrotas, todas de visitantes ante Deportivo Morón 0-1, Central Córdoba de Rosario 0-3, All Boys 1-3 y Atlético Rafaela 0-1 en la despedida de la categoría y ya con el ascenso consumado varias fechas antes.
El 12 de mayo de 1995, con cinco fechas por jugarse aún, Estudiantes quedó a un paso del regreso a Primera División con un triunfo por la mínima diferencia ante Gimnasia y Tiro de Salta con gol de José Luis Calderón que lo depositó al club en el lugar de privilegio que nunca debió dejar. Al día siguiente (13 de mayo), tras el empate 0-0 de Rafaela en Tucumán se selló el tan anhelado regreso al círculo superior del fútbol argentino. Fueron 265 de una verdadera demostración futbolística del equipo que quedó marcado en la historia de la competencia.
Los goles en ese torneo, se repartieron de la siguiente manera: José Luis Calderón 26, Rubén Capria 17, Mariano Armentano 10, Leonardo Ramos 7, Manuel Aguilar 6, Juan Sebastián Verón 5, Edgardo Prátola, Domingo Arévalos y Alejandro Mendez 3, Javier Ferreira y Diego Capria 2, Claudio Paris 1, y Sayago de Laferrere en contra.
Con trabajo, esfuerzo y el sacrificio de dos generaciones que se unieron para sacar a flote a un Estudiantes que desde ese mismo día del ascenso comenzó a "refundarse" y siempre con la colaboración de una gloriosa camada de jóvenes canteranos que hicieron historia.