Estudiantes va por el pasaje a los octavos de final de la Copa Sudamericana en rodeo ajeno. Lo hará en Córdoba frente a Belgrano, partido que dará comienzo a las 21.45 y se llevará a cabo en el mítico Mario Alberto Kempes, estadio que supo ver campeón al Pincha de Carlos Bilardo en febrero de 1983 cuando el recinto cordobés aún se denominaba Chateu Carreras.
La ventaja obtenida el 24 de agosto pasado sin dudas es un punto a favor para Estudiantes. El 1-0 le da esa tranquilidad de saber que de empatar o no recibir goles estará en la próxima fase del citado certamen internacional y la semana venidera deberá viajar a Brasil.
En el juego de ida Estudiantes fue netamente superior a Belgrano, pero eso no lo pudo plasmar en la red. El 1-0 fue mentiroso, pero la victoria fue muy importante para afrontar el encuentro de esta noche con la serenidad de saber que ahora toda la responsabilidad le recae al conjunto cordobés, que está en pleno proceso de recambio tras la salida de su entrenador al final del campeonato anterior.
Que el peso del partido le recaiga a Belgrano es positivo pero a la vez Estudiantes no se puede confiar porque el Pirata, a pesar de haber cambiado de técnico y de que Tete González quiere "meterle" su impronta a quienes hasta hace meses eran sus compañeros; tiene grandes jugadores con mucha experiencia y que se agrandan cuando juegan en Córdoba ante su gente.
En lo que al equipo se refiere, Vivas volverá a apostar al doble cinco conformado por Ascacibar-Marchioni ya que si bien Rodrigo Braña mejora día a día (su lesión se produjo hace un mes), el entrenador lo quiere "llevar de a poco" para que la lesión en el aductor que tanto lo afectó no le juegue una mala pasada. Si bien es cierto que ese doble cinco es muy joven, ambos futbolistas el domingo pasado se complementaron bien y nunca sintieron la responsabilidad de poner el equipo sobre sus espaldas.
Para hoy Estudiantes deberá ser ese equipo que fue en el primer tiempo con Belgrano, o el que pasó por arriba a Sarmiento el domingo último en los primeros 45 minutos. El control de la pelota, ser agresivo, no abusar del juego aéreo y la concentración al 100 por 100 en todas las líneas le dará al elenco de Nelson Vivas la chance de tener al alcance de la mano el el boleto a los octavos de final de la Copa Sudamericana.