Todo fue muy rápido. En sólo tres días. Un llamado, una reunión y el viaje a La Plata para sumarse a sus nuevos compañeros. Rolando Schiavi es dueño de una particular historia en nuestro club: llegó, jugó cuatro partidos y conquistó la Libertadores 2009.
"Me habían sacado amarilla y no podía jugar los próximos dos partidos con Newell´s. Me llamó Sabella, me dijo que había una posibilidad de jugar las semifinales de la Libertadores, y me preguntó si estaba interesado", recuerda.
Dos partidos con Nacional de Uruguay por las semifinales y la definición con Cruzeiro, resumen su paso por el Pincha. Titular en los cuatro partidos, Schiavi no se achicó ante la responsabilidad que le tocó enfrentar y alcanzó la cuarta estrella continental albirroja, quedando en el bronce Pincha.
"Estaba acostumbrado a jugar ese tipo de partidos. Tenía demasiada experiencia para afrontar esa clase de partidos más allá de la confianza que me dieron Alejandro y mis compañeros. Me dijeron que creían en mí y eso hizo todo más fácil".
Acerca de la final en el Mineirao, el Flaco recuerda que "Había nervios y mucha adrenalina por querer jugar, pero estábamos muy tranquilos porque sabíamos que teníamos un buen grupo. Hicimos un partido perfecto, todos corrieron y metieron como si fuese el último partido de su vida y eso se notó".
Mirá la entrevista completa en Estudiantes Play.
El Flaco volvió de Brasil, estuvo en los festejos con el grupo que tardó horas y horas en llegar a La Plata desde Ezeiza, y ese día cerró su paso por el Pincha, pero quedó en el corazón de toda la gente.
"Siempre agradezco a la gente de Estudiantes por cómo me tratan en todos lados. El mérito fue de ellos, yo aporté lo mío, mi experiencia y traté de hacer lo mejor. Siempre digo que si hubiese venido otro jugador, pasaba lo mismo, porque era un equipo bárbaro con unos jugadores tremendos".