Allá por el año 1962, Estudiantes caminaba sin rumbo futbolístico y Mariano Mangano buscó con un golpe de timón para cambiar a tiempo. Así fue que en ese contexto contrató a Miguel Ignomiriello, quien en su exposición solicitó cancha de entrenamiento, una buena administración, utilería y demás aspectos básicos para que se pueda explotar la materia prima que ya existía en el club, más una búsqueda exhaustiva que constituyó el equipo de Tercera.
Ese elenco, conformado por nombres que en pocos años llevarían a Estudiantes a la cúspide mundial, Alberto Poletti, Eduardo Flores, Eduardo Manera, Juan Ramón Verón, Oscar Malbernat, Carlos Oscar Pachamé, Hugo Medina, Juan Miguel Echecopar; comenzó a ser sumamente competitivo y empezó a ser de cuidado para los dueños del torneo de tercera: River, Boca, Racing, Independiente y Vélez. Varios de esos jugadores fueron sumados al plantel principal que dirigía Osvaldo Zubeldía y, a pesar de las bajas, logró el apodo "La Tercera que Mata": sobre 34 partidos disputados ganó 24, empató 5 y perdió tan sólo 5, totalizando así 53 puntos.
La Tercera que Mata fue la pionera en el juego polifuncional que aplicaría Estudiantes a finales de la década del 60 y que luego continuó con suceso en el 70 y en el 80.
EL PLANTEL DE LA TERCERA
El plantel de ese tremendo equipo tuvo a los siguientes jugadores: Hugo Mateos, Juan Miguel Echecopar, Eduardo Manera, Hugo Medina, Santiago Duarte, Eduardo Cremasco, Nestor De Marta, Rubén Bedogni, Carlos Zibecchi, Enrique Flores, Ramón Aguirre Suárez, Juan Carlos Muñoz, Julio Santella, Omar Del Curto, Hugo Mercerat, Carlos Oscar Pachamé, Carlos Maschio, Rodolfo Orife, Horacio Espinosa, Mario Rodríguez, Omar Cullerton, Oscar Malbernat, Enrique Cavoli, Eduardo Flores, Gabriel Flores y Alberto Poletti.