Con todos los protocolos necesarios y una división por grupos para preservar la salud de todos y cada uno de los integrantes tanto del plantel como del resto de la estructura profesional, el Fútbol Profesional de Estudiantes regresó hoy a los trabajos en el Country Club de City Bell.
UNA PRÁCTICA DIFERENTE
"Hay que respetar el protocolo. Son seis jugadores que trabajan en cada cancha y la pelota la tocan individualmente. Después pueden dar algún pase, pero respetando la distancia", remarcó el entrenador albirrojo acerca de las nuevas medidas para entrenar tras cuatro meses de aislamiento social obligatorio.
Con el entusiasmo lógico por el reinicio de las actividades con el plantel, aunque remarcando con la prudencia del caso, el "Chavo" detalló: "Queremos ir de menor a mayor, más allá de la ansiedad del cuerpo técnico de trabajar y de los jugadores, después de estos meses de estar encerrados. Tratamos de sacarle la ansiedad a los jugadores, mentalizándolos que estamos empezando de nuevo, muy despacio, a través de los protocolos", agregó.
"Todos están bien por suerte, y los noté bien. Estamos contentos porque los pudimos ver a casi todos. Volver al country es una felicidad grande", cerró el Chavo.
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