HOMBRE DE LA CASA Y CAMPEÓN CON EL CLUB
Formado en las inferiores del club, el 'Tata' Brown recuerda sus inicios e infla el pecho para enaltecer la escuela de Estudiantes. Asegura quedarse sin palabras para describir lo que le genera el Pincha y reconoce sentir orgullo de haber pertenecido y aún hacerlo a la historia albirroja: "Llegué a primera muy joven, jugué muchos años y tuve la suerte de salir campeón dos veces que es algo que me llena de orgullo. No tengo palabras justas para hablar de Estudiantes porque ha sido todo. Viví en el demo, jugué en inferiores, tuve al lado mío a gente que me educó de manera espectacular. Siento orgullo de haber vestido esa camiseta. Pasé momentos de mi vida espectaculares. A Estudiantes siempre lo he puesto allá arriba porque me educó humanamente y deportivamente. Es un club espectacular al que quiero muchísimo, que siempre fue y es una familia en la que tenías que ir pensando en ganar porque toda la vida fue ganador".
EL EJEMPLO DE LOS MÁS GRANDES, UNA EDUCACIÓN DE GENERACIÓN EN GENERACIÓN
"A mi me llevaba a entrenar Pachamé y yo lo trataba de 'usted'. Era Verón padre, Pachamé, Pezzano, todos jugadores que le dieron muchas cosas al club y que también me educaron. En el dormitorio, que era un pibe, dormía con Verón padre y en el otro lado Horacio Rodríguez. Me compraba la revista de D'Artagnan y Verón el diario, y yo me ponía a leer. Cuando se hacían las diez o diez y media, Verón padre agarraba el diario, lo doblaba y lo guardaba abajo de la cama. Eso era que había que ir a dormir y yo agarraba todo y lo guardaba porque para estar con ese grupo de fenómenos, todos los que veníamos de inferiores, teníamos esa educación", recuerda Brown de su formación con grandes estandartes de la historia del club.
EL SACRIFICIO PARA LLEGAR Y LA ANÉCDOTA DEL ENCUENTRO CON ZUBELDÍA
Marca registrada de Estudiantes, el sacrificio y el esfuerzo siempre fueron factores que no se negocian. A base de eso mismo, el 'Tata' recuerda cada día que iba a entrenar, convencido que llegaría a primera: "Yo viajaba a dedo, venía, trabajaba desde las dos de la tarde hasta las nueve de la noche en un diario del pueblo y al otro día tempranito otra vez era ir para La Plata, pero lo hacía porque estaba convencido que algún día iba a llegar a la primera de Estudiantes".
"Un día llegué a la cancha de 1 y todavía no entrenaba con primera. Cuando entré estaban todos los muchachos y yo los miraba con una envidia sana. Pasé por la zona de los pinos y casi me choco con Zubeldía. Sentí que el corazón se me salía en cualquier momento. Llegué al vestuario de las inferiores y me puse a llorar porque no podía creer que estuve al lado de él", cuenta desde Ranchos con una alegría y un orgullo imposibles de ocultar en su voz.
BILARDO, UN SEGUNDO PADRE EN SU VIDA
Campeón con Bilardo en Estudiantes y luego, años más tarde, en la Selección Argentina, Brown destaca la figura del 'Narigón' como un segundo padre para él: "Carlos para mi es como mi segundo padre. Fue una persona que conmigo se jugó la vida porque yo siendo muy joven me hizo debutar en primera y después de eso seguir jugando. Para donde él iba me llevó. Me enseñó muchísimas cosas. Él te educaba deportivamente y te enseñaba que lo más importante era pensar. Soy un agradecido a él de por vida".
UN CAMPEÓN DEL MUNDO CON ADN ROJO Y BLANCO
"Carlos formó una Selección que, la base del principio, éramos jugadores de Estudiantes. Después se tuvo ese amor propio y ese ADN que lo llevábamos con nosotros. Era la tan famosa escuela de Estudiantes. En Estudiantes siempre inculcaron que hay que ganar. A nosotros nos preparaban para eso. Entrábamos listos para dejar todo y ganar".