Las acciones que lleva adelante el hockey de Estudiantes para mantener "activos" a los planteles mayores de damas y caballeros, continúan a partir de charlas y entrenamientos virtuales.
En esta nueva oportunidad se organizó un encuentro virtual con Rocío Ybarra, ex jugadora de la Selección de España que supo participar de los Juegos Olímpicos de Atenas (2004), Beijing (2008) y Río de Janeiro (2016).
"No me dieron con una varita para ser dotada, no tenia el don especial que otros sí tenían. Yo solía entrenar más para lograr un regate (hace referencia a movimiento rápido con la bocha), no como otras que lo hacían en un abrir y cerrar de ojos", dijo la atleta olímpica desde el país peninsular.
"Ser buena jugadora no significa que siempre seas una buena jugadora. Cuando ingresé en las selecciones nunca había jugado de defensa y allí empece a ser defensora, luego en Alemania pasé a ser mediocentro, esto enriqueció mi hockey. En Holanda, donde fui nombrada una de las mejores de la liga, supe adaptarme al juego holandés. No me gané este premio por que sí, es más, por mucho tiempo estuve sentada en el banquillo de suplentes. Lo que quiero decir con esto, es que siempre hay que meterle mucho sacrificio a lo que vayan a llevar adelante".
Mientras disfruta del verano español, Rocío hizo hincapié en lo que significó jugar y abandonar el seleccionado. "Después de 16 años en la Selección, de ser la jugadora con más partidos con la camiseta, tuve que dejar por cuestiones laborales. La selección fue mi club, mi vida, mi familia, mis valores y marcó mi vida".
SU FORMACIÓN COMO JUGADORA
Rocío siempre se propuso ser una jugadora de hockey con valores bien marcados. "Las horas de entrenamiento eran muy importantes para mi; y la mejor versión de Rocío Ybarra, a través de tantas horas de entreno, me ayudaron a llegar a los objetivos como deportista".
"El mejor momento de mi carrera, fue previo a Londres 2012. Ese año fue el de mayor aprendizaje como jugadora seleccionada porque el equipo quedó eliminado a manos de Bélgica. A partir de ello, varias chicas dejaron la selección y fue un momento duro porque se acabaron las becas y hubo que poner parte de nuestro dinero para seguir adelante. Nos quedamos algunas, las que no éramos súper talentosas, pero que aportábamos mucho sacrificio en la cancha. Allí nos dimos cuenta lo que significa ser un deportista de elite ya que todo es por sacrificio propio, porque tenes que entrenar por tu cuenta".
Como ella misma aclaró, Rocío no era una dotada en el rectángulo de juego pero se caratuló como una jugadora que encaja bien en los esquemas de los entrenadores. "Es muy bueno que haya jugadoras que encajen en los puzzles de los equipos, o de los técnicos. Yo tuve suerte de ser el comodín del entrenador, de ser versátil y creo que hoy, una jugadora o jugador así, es muy útil para un equipo, es lo mejor que le puede pasar a un técnico".
LA UNIÓN DE EQUIPO, Y EL ROL DE LA CAPITANA
Uno de los aspectos que se tocó en la charla-conferencia con Rocío, fue la formación de los equipos, de cómo estos se hacen fuertes en el día a dia y cómo esto va de la mano con los buenos resultados.
"La mayor satisfacción no solo está en los éxitos o en ir a un Juego Olímpico. La satisfacción está en cada entrenamiento, en este partidito de cuatro cuatro contra cuatro en el final de la práctica y donde haces un gol; o esos días de lluvia donde dejás el alma en cada bocha. Allí, en los entrenamientos, crece la comunidad de amistad, el sentimiento de equipo, se crea una familia de hockey y eso es lo que nos engancha y enganchó a todas y todos".
"Lo más importante en el equipo o en cada una de ustedes no pasa por la habilidad, sino por el sacrificio, por la capacidad de sacrificarse para el bien de un equipo. Soy una convencida que esto logra mas unión y cuanto más fuerte se puede ser, mejor equipo vamos a ser. La habilidad y los sistemas tácticos se aprenden y para ello están los entrenadores, para sacar lo mejor que cada jugador. Además los que están en el banco también tiene que tener la mejor actitud, porque quizás no juega o está apenas cinco minutos en cancha, pero su aporte ayuda al crecimiento como equipo. Para mi todo esto es el objetivo básico como equipo".
Cuando se refirió al rol de la capitana y a todo lo que representa llevar adelante esta función, la española subrayó que "ser capitana es muy diferente en un club que en una Selección. En un club es clave tener una buena capitana, buena motivadora, una buena persona que sepa unir al grupo, sobre todo a las que sufren más porque juegan poco".
"Llevar la cinta en la Selección, tiene otras cosas, hay egos y hay que saber gestionar diferentes cuestiones. Es un rol complicado en la selección, y no es solo llevar el brazalete en los partidos, sino en la semana o en los meses duros de invierno que son muy largos. Hay que construir y ayudar al staff técnico para que el equipo funcione".
En el cierre de la exposición, Ybarra habló de la dura situación por la que atraviesan los deportistas argentinos por la pandemia. "Es complicado mantener la motivación al estar tanto tiempo adentro. Ver que ustedes están conectadas es muy motivante, es súper inspirador como quieren al hockey. Estar todo el tiempo conectados por un ordenador (en referencia a una computadora) es importante para seguir fomentando la unión de grupo... De cada situación negativa, como la que se vive ahora por el COVID, vamos a sacar cosas positivas, no tengan dudas".