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Fútbol Profesional • 3 octubre 2018

Es el turno de la Copa Argentina

Por los octavos de final de la Copa Argentina Estudiantes juega con San Lorenzo en el Estadio Islas Malvinas de Mendoza. El cotejo va a las 18.30 y el técnico albirrojo no realizaría cambios en el once titular con respecto al que jugó sólo 25 minutos con Defensa y Justicia

El sueño llamado Copa Argentina está latente y hoy Estudiantes afronta los octavos de final en la provincia de Mendoza. Desde las 18.30 el rival de turno es San Lorenzo.

Estudiantes sabe que la opción para jugar la Conmebol Libertadores del 2019 es la Copa Argentina. Más allá de lo que representa la Superliga, la Copa pasó a convertirse en el nuevo objetivo y más si consideramos los antecedentes donde jamás el equipo pudo acceder a la instancia de semifinales.

Esta fase de octavos de final no es nada sencilla para el elenco de Leandro Benítez. San Lorenzo llega golpeado porque quedó eliminado de la Copa Sudamericana a manos de Nacional de Uruguay y como el Pincha para volver a los planos internacionales en el 2019 apuesta todas sus fichas a esta Copa Argentina.

El partido será exigente desde principio a fin. Estudiantes sabe lo que se juega y al mismo tiempo debe recuperar ese juego que lo llevó a ser protagonista en los partidos de la Superliga ante Boca o Independiente; pero para ello deberá ser el dueño de la pelota, no permitir que su rival lo lastime de contra y por sobre todas las cosas estar muy concentrados en las acciones de pelota detenida en contra ya que San Lorenzo tiene buenos argumentos para lastimar por esta vía.

Para esta tarde-noche en Mendoza, el Chino Benítez utilizaría el XI que jugó los 25 minutos ante Defensa y Justica; y a su vez mantendrá el sistema táctico 4-2-3-1 a fin de continuar puliendo detalles y al mismo tiempo que los jugadores se sientan cómodos dentro del rectángulo de juego con ese dibujo que le dio buenos dividendos.

Estudiantes se juega parte de sus sueños de estar en la próxima Copa Libertadoras hoy en Mendoza. Se mide con San Lorenzo, un rival de mucho cuidado y a quien la Copa Argentina se convirtió en una obsesión.

 

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